Los secretos que se esconden detrás de los volantes de la Fórmula 1

Los secretos que se esconden detrás de los volantes de la Fórmula 1

La vista de un volante de Fórmula 1 en el Gran Premio de Francia del año pasado. Foto REUTERS/Eric Gaillard

 

 

 





¿Qué harías con un volante con unos 15 botones en el que cada uno es fundamental? ¿Qué harías si a eso se le sumara una pantalla digital con alrededor de 14 indicadores clave para hacer rendir al máximo al auto? ¿Y también tuvieras que accionar palancas en la parte trasera del volante? Mínimamente, colapsarías en la primera vuelta, porque manejar un auto de Fórmula 1 no es solo darle vueltas a un circuito, también implica saber cuál es la temperatura que no se debe superar en los neumáticos para sacarles el mayor provecho, cargar la batería, bajar los tiempos antes del final de una práctica o carrera y, claro, comunicarte con el equipo, entre muchas otras funciones que sí o sí los 20 pilotos deben comprender y poner en funcionamiento no solo para ser los mejores; incluso para poner en marcha al auto.

Por Clarín

El volante esconde secretos pero también muestra botones, perillas, palancas y una pantalla display digital más parecido a un tablero de un avión que al de un auto que una persona maneja en las calles. Si a más de uno que no aprendió a manejar aún le inquieta cómo pasar los cambios, ¿qué resultaría al subirse a un coche con un habitáculo muy pequeño e incómodo (el cockpit) y tener los reflejos para tocar los botones que debe mientras gira a más de 300 km/h? Parece una tarea imposible, pero de hecho no lo es porque todos conducen, de mejor o peor manera, en cada fin de semana de carrera.

 

 

Por eso, para un piloto que se esfuerza en llegar a la máxima categoría del automovilismo, una vez allí el reto máximo será comprender el volante a la perfección y estar ciento por ciento concentrado a la hora de usarlo. “Cuando llegué por primera vez a la F1, tenía un libro de 70 o 80 páginas que aprenderme. Pero soy malo estudiando y aprendiéndome cosas. Así que básicamente decidí formarme más en el simulador, utilizándolo horas y horas”, reconoció Charles Leclerc en 2020, dos años después de llegar a al F1 en Sauber a través de la Academia de Jóvenes Pilotos de Ferrari.

Justamente, fue la eye-cam de la escudería italiana, ubicada en el casco del piloto, la que reveló los secretos de su volante esta temporada. Ocurrió en el Gran Premio de Arabia Saudita con, justamente, Leclerc. La cuenta de Twitter especializada Driven By Data fue la encargada de revelar el significado de cada número que se veía en la pantalla digital mientras el monegasco le devolvía un adelantamiento a Max Verstappen, quien finalmente ganó la carrera.

 

 

El volante se podría dividir en cuatro partes: la izquierda, la central, la derecha y el display. Y en la pantalla es donde aparece la información central.

En esa imagen de Ferrari que analizó Driven by Data se ve que en la parte superior, de izquierda a derecha, se encuentra el tiempo de la vuelta más reciente, las revoluciones por minuto del motor y la referencia de la diferencia de tiempo de vuelta a vuelta por segundos. A la izquierda están la velocidad y las vueltas completadas en la sesión actual. A la derecha, el piloto ve la compensación de polarización del freno. En el centro, se puede saber la temperatura de los neumáticos, tanto de los dos delanteros como los traseros. Debajo, aparece el tiempo que va de la sesión. Además, en la parte inferior se muestra una barra que indica la carga de la batería del monoplaza, que va cambiando de color según un mínimo y un máximo.

 

 

Con tantas funciones, es lógico que lo primero que agarra un piloto al bajarse de un auto si abandona la carrera sea ese pequeño comando que tiene entre sus componentes fibra de carbono, fibra de vidrio, silicio, titanio y cobre. Si bien se usan hasta cuatro volantes durante una temporada, cada uno conlleva aproximadamente 80 horas de construcción -en la que trabajan ingenieros en conjunto con el piloto que lo usará- y miles de dólares. Por eso, su precio ronda los 66.000 y 100 mil dólares.

No todos los volantes son iguales

Cuando Leclerc era el compañero de Sebastian Vettel, el entonces piloto 1 de Ferrari -como tetracampeón de la F1-, eligieron un leve cambio en los comandos: el monegasco contaba con la palanca de embrague en la derecha, mientras que el alemán lo tenía en la izquierda.

“Lo que está en el volante son cosas que usas durante la vuelta de clasificación o durante la carrera y que ayudan bastante al rendimiento. Así que son cosas que necesitas saber”, remarcó Leclerc en aquella entrevista de hace dos años.

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