Las autoridades sanitarias de Wuhan dicen haber detectado bacterias causantes del cólera en muestras tomadas de tortugas de caparazón blando en un mercado de alimentos húmedos, lo que provocó comparaciones entre algunos usuarios de las redes sociales chinas con los primeros días de la pandemia de COVID-19.
Por bloomberg.com
El mercado húmedo de Baishazhou ha sido desinfectado y las tiendas relacionadas con las tortugas cerradas durante tres días, según un comunicado de las autoridades sanitarias locales a última hora del jueves. No se han encontrado casos de cólera en personas que hayan estado en contacto con los animales, y la cepa no está relacionada con el caso confirmado esta semana en un estudiante de la Universidad de Wuhan, dijeron.
El cólera es una enfermedad virulenta que se propaga a través de alimentos y agua contaminados y provoca diarrea aguda. China la clasifica como una enfermedad de “clase A”, la designación más fuerte y que sólo comparte con la peste bubónica, y su detección ha provocado una respuesta de emergencia por parte de las autoridades sanitarias.
Su descubrimiento en un mercado de alimentos evoca recuerdos del inicio de Covid, con infecciones iniciales vinculadas al mercado de mariscos de Wuhan Huanan y posiblemente a la fauna silvestre vendida allí. El coronavirus originado en China ha provocado hasta el momento 6.365.686 muertes en todo el planeta, aunque algunas estimaciones colocan esa cifra mucho más alta.
La aparición del cólera en el epicentro original de la pandemia se produce en un momento en que los sistemas de salud y suministro de alimentos de China se enfrentan a un escrutinio sin precedentes.
Un hashtag relacionado con la noticia tuvo más de un millón de visitas en la plataforma de medios sociales china Weibo, similar a Twitter, el viernes, con usuarios lamentando que sentían que la historia se repetía. Las tortugas afectadas han sido sacrificadas y las autoridades sanitarias están rastreando productos del mismo lote que los animales, que han sido enviados a otros lugares. Wuhan dijo a principios de esta semana que sólo se había encontrado un caso de cólera, en el estudiante universitario.
El cólera es relativamente raro en China, con sólo cinco casos detectados el año pasado. La mayoría de las personas infectadas no presentan síntomas o son leves y pueden tratarse con rehidratación oral, aunque el cólera puede matar en cuestión de horas si no se trata, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
China ha sido objeto de continuas críticas por su negativa a permitir el acceso abierto a los científicos que tratan de identificar el verdadero origen del virus COVID-19 y cómo se transfirió a los seres humanos. Rechazó los llamamientos a una investigación independiente y arremetió contra los países que pedían mayor transparencia, en particular sobre el papel de los mercados húmedos. Esta reticencia ha alimentado una serie de teorías sobre la génesis del virus, incluida la de que fue liberado deliberadamente en un laboratorio de la ciudad central china.
El primer caso
La Universidad de Wuhan confirmó el pasado lunes 11 de julio un caso de cólera detectado entre sus estudiantes el pasado sábado, informan varios medios locales. Un hospital local en Wuhan notificó el sábado 9 de julio por la noche al Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de un paciente con diarrea, vómitos y fiebre baja, todos ellos síntomas causados por la bacteria “Vibrio cholerae”.
Tras las pertinentes pruebas de aglutinación serológica, que requieren de 48 horas para obtener un resultado, el organismo sanitario confirmó que el estudiante dio positivo en el serogrupo O139, uno de los dos que causan brotes de esta enfermedad que, sin el tratamiento correspondiente, puede ser letal. El paciente inició inmediatamente el tratamiento pertinente tras el diagnóstico, consiguiendo que su condición fuera controlada y que los síntomas desaparecieran.
Como siempre que surge una sospecha de cólera -y no solo, también de otras muchas enfermedades transmisibles-, se preparó todo un dispositivo de investigación para rastrear otros posibles contagios.