El reciente llamado de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) fue contundente ante la necesidad de incrementar la producción de vacunas contra la covid-19 y poder cubrir la demanda en el mundo. Los especialistas no tardaron en exigir mayor cobertura, al recordar que los reportes conocidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) precisan que el 49,8% de los venezolanos tienen las dos dosis, mientras otro estudio revela que, hasta finales de junio de 2022, sólo el 16% tiene tercera dosis.
La cuarta ola de covid-19 en el país llama a seguir en la prevención con la subvariante centaurus por su potencial contagioso hasta cinco veces más alto. Pero las personas aún tienen temor de vacunarse.
Para Jaime Lorenzo, presidente de la organización Médicos Unidos de Venezuela, en 2021 la carrera farmacéutica para producir vacunas fue contrarreloj, teniendo la denuncia de la OMS sobre la falta de accesibilidad a la inmunización en países en desarrollo. “Lo que se necesitan es vacunas certificadas, incluso en aquellos candidatos que han dejado pasar el tiempo y siguen sin cumplir el protocolo internacional”, precisa.
Recalca que deben imperar vacunas efectivas, de acuerdo con esta evolución del coronavirus entre lo impredecible de sus mutaciones. “No debemos confiarnos, porque aún con esta subvariante muy contagiosa y menos letal, sigue fallando la inmunización con los refuerzos junto al descuido colectivo”, advierte.
Rechaza la exagerada confianza de asumir los síntomas de fiebre, congestión nasal, dolor muscular, vómitos y diarrea como si se tratara de un simple cuadro gripal. Esto lleva al riesgo de atenderlo desde casa y atreverse a la automedicación, sin confirmar un diagnóstico que permita evaluar la clínica en cada paciente y las amenazas por comorbilidad.
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