Elecciones sin manipulaciones, fuera del alcance de corruptos, confiables, seguras y accesibles.
Ejemplos de fraudes, ilegalidades, presiones, chantajes, maniobras humanas y técnicas por torcer la voluntad, es más corriente de lo que generalmente se acepta.
Y es que hasta ahora ni el sistema tradicional manual, ni el voto electrónico han podido cumplir a cabalidad. Porque el tema neurálgico, no es simplemente votar, esa acción ya por sí sola no garantiza absolutamente nada.
Sistemas, leyes y contrapesos anclados en un mundo distinto a este, permiten amplios y profundos escenarios para las artimañas, los fake news y mucho más.
Vivimos tiempos de interconexión intensa, ya las campañas electorales suceden incluso en pleno acto de votación.
De tal forma que una elección realmente democrática se ha vuelto cada vez más compleja de realizar. Por eso tener una elección confiable y transparente, es un primer paso para consolidar la democracia y las instituciones.
Y estamos claros que como seres humanos que somos, alcanzar algo que sea 100%, no es una tarea simple.
Precisamente en Venezuela vivimos bajo el poder de esas dictaduras de nuevo cuño. Alguna vez, cuando les interesa, se barnizan de una fachada democrática, pero un poco más allá, esta su real rostro.
En ese contexto, la plataforma unitaria público su propuesta de realizar una elección primaria para “escoger por una vía democrática a quien será la próxima o el próximo presidente de la República, y como la manera de implementar nuestra política, y de unir a los venezolanos que quieren un cambio”.
Impulsando un proceso amplio, transparente e incluyente. Pero aclaran “para todos los que de manera inequívoca han demostrado un compromiso con la lucha por la libertad, el rescate de la democracia, el respeto de los derechos humanos, la libertad de los presos políticos y el regreso de los exiliados”.
Primarias Venezuela 2023
Un reto gigantesco llevar a buen puerto un proceso en medio de una dictadura y con un innegable hartazgo de muchos venezolanos.
Un hastío, potenciado por un régimen inepto, corrupto, violador permanente de los derechos humanos y que no le tiembla el pulso para usar y abusar de su poder como le da la gana.
Aderezado por una casta de camaleones, alacranes y una gama de personajes para quienes ‘Venezuela se arregló’, sirve como mampara para aliarse al régimen, generar oasis puntuales y burbujas de enchufados.
Además de una oposición variopinta que ciertamente ha cometido errores, le cuesta ponerse de acuerdo y muchas veces se pierde en la inmediatez. Sin embargo, en su seno hay quienes han dejado el pellejo, exiliados, presos y perseguidos, que luchan a pesar de las circunstancias.
Hay entonces esperanza en liberar a Venezuela, y si logramos acuerdos mínimos, en definitiva, podremos iniciar un cambio que nos lleve a recuperar nuestra libertad y la democracia.
Una migración calculada en más de 7 millones de compatriotas ilustra extensivamente el estado de nuestro país.
Entonces, ¿Dónde nos deja esto? ¿Existe la posibilidad de primarias amplias, seguras, verificables, confiables y transparentes?
La respuesta es sí, reconociendo los obstáculos y actuando con claridad e innovación:
• Sin tutela del CNE.
• Un registro seguro, verificable, auditable y libre de manipulación del régimen.
• Un sistema que garantice el máximo de seguridad y transparencia.
Sobran los argumentos políticos para prescindir del CNE, así que allí no me detendré. Por otra parte, técnicamente hablando este órgano electoral no tiene nada que ofrecer.
Ningún valor agregado desde lo técnico puede el CNE y su estructura, dar a unas primarias democráticas. Suficiente conocimiento, experticia, experiencia y voluntad tenemos dentro de los factores democráticos.
Dicho esto, se requiere ahora de un registro confiable y aceptado por todos.
Registro auditable
Dos consultas han realizado la alternativa democrática, la primera en 2017 y la segunda en 2020. Evidentemente es necesario asegurar la fiabilidad de estos datos.
En el caso de los venezolanos en el exterior tenemos unos 7,2 millones en unos 90 países y 400 ciudades. La Red Global de la Diáspora de Venezuela, ha realizado un gigantesco trabajo no solo para visibilizar los verdaderos números, sino para hacerlos lo más confiables posible.
Tomas Páez, directivo de la red global, acota que “la diáspora se mueve todos los días y no es un fenómeno regular. Hay caminos y trochas que hacen difícil la medición. Este es uno de los problemas que enfrentamos”.
Aun así, Páez aclara que muchos están organizados y ellos han logrado mapear a las organizaciones que se encargan de nuestra diáspora.
Adicionalmente tenemos data oficial de los venezolanos en Colombia, Perú y Estados Unidos, estamos hablando de mas de 3,1 millones totalmente identificados y empadronados.
Y para completar este cuadro de instituciones y organizaciones que han realizado un enorme trabajo que nos sirve de base de datos, está el Observatorio Venezolano de Migración (UCAB) y Sumate.
El proceso de cruzar esas datas sería el primer paso para obtener un registro electoral para las primarias. El segundo, validarlo para que pueda ser auditable.
Tenemos el REP de las elecciones regionales del año pasado, y si bien no están allí los venezolanos en el exterior, para el CNE del régimen, apenas hay un poco mas de 100 mil con derecho a voto.
Con el apoyo de ONG nacionales y de organismos internacionales, como la Unión Europea, validaríamos la data.
La idea al final es corroborar las distintas datas que tenemos de las consultas, la diáspora y las oficiales de los países que las han realizado.
El resultado sería un registro verificable, contrastable con el REP de noviembre del año pasado, y que pueda ser auditado para su autenticación.
Primarias sin manipulaciones
¿Pero, por qué no usamos el REP del CNE actual, y así llamar a todos los venezolanos a participar?
Sencillo, porque en una votación abierta al REP, el régimen tendría, y no duden que lo usaría, todo su poder para influir en la decisión final.
Una elecciones con base solo al REP del régimen, los convertiría en el gran elector y solo podrían votar los 100 mil reconocidos por ellos en el exterior.
No quiero entrar en detalles que puedan herir susceptibilidades, pero ya el gobierno tiene un buen historial montando operaciones para manipular desde el poder. En Carabobo lo vivimos, vimos y confirmamos en carne propia.
Lo más amplio posible, implica no dejar puertas abiertas al manoseo. Y permitir que el mayor número de venezolanos tengan posibilidad de votar.
Finalmente, el sistema, ¿manual o electrónico?
Aquí nuevamente el apoyo internacional es fundamental. Nadie sabe a ciencia cierta cuantos venezolanos residen en el exterior.
Necesitamos que el sistema que se escoja asegure dos cosas básicas:
1. En el caso del exterior garantizar que un venezolano, un voto.
2. En territorio nacional, un tema de seguridad frente a acciones del régimen.
Sea cual fuese la decisión final de la plataforma unitaria, es imprescindible entender y asumir que las respuestas deben estar en sintonía con quien adversamos.
Que no vivimos en democracia y que el régimen tiene, y usará, todo su poder por torpedear, manipular y dañar cualquier consulta que se haga. Y que junto a sus muy mal llamado opositores, pondrán todo su empeño en acabar con esta esperanza.
La peor pesadilla de este gobierno es ver que los factores democráticos se pongan de acuerdo. Y si encima, no les permitimos ningún tipo de influencia, estamos empezando a lograr el objetivo.
Hablemos de primarias en Venezuela 2023, para iniciar una ruta que nos termine de sacar de esta pesadilla, unifique a la mayoría de los venezolanos y nos encamine a recuperar nuestra libertad y democracia.