Las redes sociales, el pasatiempo preferido para las generaciones que van creciendo con la mirada fija y absorta en una pantalla, pueden ser herramientas peligrosas si no se ponen ciertos límites en su uso. El Blackout Challenge o desafío del apagón es un ejemplo de que, en ocasiones, la propagación descontrolada que se siembra en ellas da lugar a trágicos episodios.
Uno de los últimos retos -que no modernos, porque ya en 2008 circulaban por otros derroteros de la web- que se ha viralizado en TikTok, el mencionado Blackout, tiene entre sus reglas una premisa tan básica como temeraria, que cualquier niño podría ejecutar pero difícilmente comprender sus consecuencias, y ése es el problema: aguantar la respiración, llevando el cuerpo a sus límites hasta que, finalmente, sucede el desmayo. Todo este lento y angustioso proceso mientras otra persona graba y es testigo de la pérdida del conocimiento.
En un acto de necesaria responsabilidad, los vídeos en cuestión han sido retirados por la plataforma; eso sí, después de que se hayan lamentado ya casi una decena de muertes de jóvenes que tratan de imitar a desconocidos y divertirse mediante actos de irresponsabilidad. Ésta parece la época del ‘todo vale’ para ‘alimentar’ las cuentas de visitas, ‘me gusta’ y seguidores.
El de Archie Battersbee, un niño de 12 años que permanece en coma desde el pasado mes de abril, no es el primer caso que termina con un final fatídico, pero su impacto y la lucha de su familia en los tribunales ha llevado a que miles de padres en el mundo tomen conciencia y controlen las actividades de sus hijos. Tan solo desde que es tendencia en TikTok, el Blackout Challenge ya se ha cobrado la vida de ocho niños, según informó The Washington Post.
La Justicia británica decide desconectar a Archie, el niño de 12 años en muerte cerebral por culpa del 'Blackout Challenge' de TikTok https://t.co/VLWL3ixHOs a través de @20m
— MotoMarmo (@Marmota_Maligna) August 2, 2022
La Justicia británica ha decidido que la víctima que se encuentra en el Royal London Hospital, sea desconectada este martes de la máquina que le mantiene con vida. El menor fue recogido del suelo de su domicilio con una cuerda atada alrededor del cuello el pasado 7 de abril. Tras meses diagnosticado en muerte cerebral y sin esperanzas fundadas que motiven que despierte -y a pesar de la disputa legal de sus progenitores por evitarlo- otra víctima habrá perecido oficialmente tras este reto.