“Mamá, papá: quiero ponerme tetas y labios”

“Mamá, papá: quiero ponerme tetas y labios”

El aumento de pecho es una de las operaciones estéticas más demandadas

 

El aumento de mamas y la liposucción son, por este orden, las operaciones de estética más demandadas, según la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE). Cada año se realizan en España unas 400.000 intervenciones de este tipo. Y, «sí, los jóvenes y adolescentes cada vez solicitan más tratamientos y operaciones de cirugía plástica estética», asegura a ABC el doctor Francisco Gómez Bravo, expresidente de la Asociación Española de Cirugía Estética Plástica (AECEP) y miembro de la SECPRE.

Por abc.es

«Entre los varones jóvenes, la rinoplastia, la corrección de la ginecomastia (aumento del volumen mamario durante la pubertad) y la liposucción de alta definición son lo más demandado. Entre las adolescentes y mujeres jóvenes, triunfan el aumento y la reducción de pecho, la rinoplastia y la liposucción corporal», continua el experto.

Los adolescentes no le tienen miedo al quirófano. Tampoco a los pinchazos. El ácido hialurónico, el bótox y el baby bótox son los retoques estéticos más demandados por los jóvenes de entre 20 y 35 años, según la SECPRE. Al fin y al cabo, cualquier opción es buena para corregir esa forma de la nariz que tanto «me acompleja», esos pechos pequeños «que no me gustan» o los finos labios «que no me convencen». Padres y madres no saben cómo actuar con sus hijos, acomplejados ahora en verano más que nunca mientras siguen enganchados a las redes sociales, viendo «cuerpos perfectos» que en nada se parecen a los suyos e idolatrando lo que se supone que es una vida de éxito gracias a un físico impecable.

Dismorfia corporal

Las redes sociales han contribuido a que «los jóvenes hayan podido tener acceso a mucha información», recuerda el médico, quien apunta también a que «el interés de los jóvenes por someterse a tratamientos de cirugía plástica estética proviene, en la gran mayoría de los casos (al igual que en personas de mayor edad), de su deseo de sentirse mejor consigo mismos y de mejorar su autoestima».

Sin embargo, distintos estudios apuntan una relación clara y directa entre las redes sociales y el incremento de casos de dismorfia corporal en los últimos años. Se trata de un trastorno de percepción de la propia imagen en el que solo vemos nuestros defectos.

Según un estudio realizado por la Academia Estadounidense de Cirugía Plástica y Reconstructiva Facial, la tecnología ha hecho que los usuarios hayan creado «versiones filtradas de sí mismos» mediante las aplicaciones de edición o los filtros. De hecho, la presidenta de la AECEP, la doctora Isabel Moreno, asegura estar muy acostumbrada a que se presenten jóvenes en su consulta que le muestren una foto de ellos con un filtro y le digan «así quiero mi rostro», algo que es imposible porque no es real.

Instagram y los filtros

«Los adolescentes son más sensibles a la aceptación de sus iguales debido al momento de desarrollo en el que se encuentran. Su autoestima va y viene y puede llegar a verse muy afectada, especialmente si solo ven ante el espejo eso que les acompleja y por lo que al final se acaban obsesionando», explica Abel Domínguez, psicólogo sanitario y director de Domínguez psicólogos. De hecho, una investigación interna de Meta (Facebook), a la que tuvo acceso ‘The Wall Street Journal‘, desveló que Instagram es tóxico para las adolescentes: el 32% de las jóvenes que ya se sentían mal con su cuerpo, se sentían peor aún cuando navegaban por la ‘app’.

Tal es el complejo y la dismorfia que los adolescentes han llegado a desarrollar, que Inglaterra decidió el 1 de octubre de 2021 prohibir los tratamientos estéticos con bótox y rellenos entre los menores de 18 años debido al aumento en la demanda de estos procedimientos entre los más jóvenes. Meses antes, Reino Unido también prohibió el uso de filtros a los influencers en Instagram siempre que haya una marca implicada.

Según explica Domínguez, «lo que los adolescentes ven en redes sociales es lo que supuestamente se considera una imagen de éxito. Y cuando comparan sus cuerpos con eso, les afecta mucho porque, al final, piensan que eso que ven es real y lo más deseable».

Para el doctor Francisco Gómez Bravo, estos tratamientos, que siempre han de llevarse a cabo por médicos, «proporcionan un beneficio considerable en cuanto a la salud psicofísica y al incremento de la autoestima y de la confianza en sí mismos». De hecho, «la cirugía plástica en menores de edad ha demostrado ser efectiva -continua-. Existen estudios en los que se ha demostrado que el desarrollo escolar y la integración social de menores de edad que se someten, por ejemplo, a una cirugía para corregir las llamadas «orejas en soplillo», mejora considerablemente tras este tipo de intervenciones».

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