La sorprendente relación entre la dieta y la aparición de la esclerosis múltiple, según científicos

La sorprendente relación entre la dieta y la aparición de la esclerosis múltiple, según científicos

La composición de la microbiota (que incluye diferentes bacterias) influye en procesos de inflamación que pueden conducir al desarrollo de la esclerosis múltiple/Thom Leach, Amoeba Studios

 

 

 

 

Investigadores de la Argentina y los Estados Unidos publicaron una revisión en Nature Reviews Neurology. Cómo influye la microbiota del intestino en el cerebro y qué terapias hay en camino, según contaron los científicos.

Por infobae.com

La esclerosis múltiple se produce cuando se lesiona el material que protege a las neuronas. Se trata de un trastorno del sistema nervioso y puede presentarse con el síntoma de una visión borrosa o doble visión, distorsión del color rojo-verde o incluso ceguera en un ojo. Se la conoce como “la enfermedad de las mil caras” porque cada paciente puede tener síntomas muy diferentes. Pero cuáles son los factores que llevan a la lesión en las vainas que rodean a las neuronas es una de las preguntas que desafían a la investigación en neurociencias hoy. Una de las respuestas está en el intestino.

Se considera que el sistema inmune de la persona produce una reacción errónea que termina alterando al cerebro y a la médula espinal. En ese proceso, hay un factor que está
recibiendo más atención. Es la colección de microorganismos, como las bacterias, que viven en el intestino, es decir, la microbiota intestinal, y tras ese cambio de mirada, la dieta que se ingiere diariamente pasó a tener un valor diferente en relación con la salud y las enfermedades.

“Durante los últimos diez años explotaron los estudios sobre la microbiota. El rol de las bacterias del intestino en relación con el desarrollo de la esclerosis múltiple está siendo muy estudiado”, dijo por videollamada a Infobae el investigador argentino Sergio Baranzini, quien lidera un laboratorio en el Instituto para las Neurociencias Weill, del Departmento de Neurología de la Universidad de California en San Francisco, Estados Unidos.

 

El científico argentino Sergio Baranzini investiga los factores que contribuyen a la esclerosis múltiple en la Universidad de San Francisco, Estados Unidos/Steve Babuljak

 

Junto con Jorge Correale, del Fleni en Argentina, y Reinhard Hohlfeld, de la Universidad Ludwig Maximilian de Alemania, el científico Baranzini acaba de publicar un artículo de revisión en la revista Nature Reviews Neurology sobre qué se sabe (y qué no entiende aún), sobre el rol de la microbiota en la esclerosis múltiple.

“Hay diferentes estudios publicados. En uno de esos trabajos demostramos que la microbiota es diferente en los pacientes con la enfermedad en comparación con personas que no la tienen. Cuando analizamos muestras en el laboratorio, hemos encontrado que el tipo de bacterias que tienen los pacientes con esclerosis múltiple tienen un perfil pro-inflamatorio, es decir, contribuyen a la inflamación, que podría ser una situación que influye en la respuesta del sistema inmune y en el desarrollo de la enfermedad. En general, en la esclerosis múltiple hay inflamación sostenida”, explicó el doctor Baranzini.

También hubo un estudio en Alemania, liderado por Gurumoorthy Krishnamoorthy y en el que también Baranzini colaboró, que examinó 34 parejas de gemelos idénticos que tenían entre 21 y 63 años. Sólo uno de los gemelos tenía esclerosis múltiple. Se trasplantó microbiota derivada de los gemelos a ratones susceptibles de un modelo de enfermedad similar en humanos. Y se observó que los ratones que recibieron trasplantes de pacientes con esclerosis múltiple tuvieron una mayor incidencia de enfermedad que los que recibieron trasplantes de donantes sanos.

 

Hay pruebas que indican que la microbiota intestinal tiene un papel en la esclerosis múltiple a través de su influencia en la función inmunitaria (Getty Images)

 

 

Ahora los investigadores están tratando de aclarar cuáles son los mecanismos que hacen que el tipo de microbiota pueda hacer que una persona sea más susceptible a desarrollar la enfermedad. También quieren saber si la microbiota pueda modificar la evolución de la enfermedad después que las personas ya han sido diagnosticadas. “En nuestra revisión detallamos los diferentes mecanismos que se postulan hoy sobre cómo la microbiota del intestino influye en la respuesta inmune alterada y a su vez se puede afectar al cerebro”, acotó Baranzini.

Uno de los mecanismos posibles es que la composición de la microbiota influya en la producción de serotonina en el intestino. La serotonina es una sustancia que el organismo humano produce naturalmente.

“Se estima que el 90% de la serotonina se produce en un grupo de células del intestino. La serotonina posee diferentes tipos de receptores, algunos de los cuales se localizan en las células del sistema inmune. Por lo cual la serotonina puede actuar no solo como un neurotransmisor sino también regulando la función inmune. De esta manera, la serotonina intervendría en procesos que favorecen la inflamación o en otros que la controlan”, explicó a Infobae el doctor Jorge Correale, del Departamento de Neurología de Fleni.

 

Jorge Correale, del FLENI en Argentina, colaboró con Balanzini en la revisión de estudios sobre microbiota y la esclerosis/Archivo

 

“Sabemos por investigaciones anteriores que hay factores genéticos que predisponen a la esclerosis múltiple: son variaciones en el genoma. Pero no explican la totalidad de los casos de esclerosis múltiple. Por eso, se apunta a tener en cuenta los factores ambientales, como el lugar donde se vive, las infecciones previas, y ahora también sabemos que la microbiota influye de alguna manera. Se sospecha que los cambios en la dieta, con más productos procesados y ultraprocesados, han tenido algún impacto en que haya aumentado la incidencia de esclerosis múltiple en el mundo. En países de Asia que han adoptado más la dieta Occidental se está observando un mayor número de casos de personas con esclerosis múltiple”, señaló Baranzini.

Según la Federación Internacional de Esclerosis Múltiple, hay 2,8 millones de personas que viven con la enfermedad en el mundo. “La prevalencia de la esclerosis múltiple ha aumentado en todas las regiones del mundo desde 2013, pero siguen existiendo diferencias en las estimaciones”, según Peer Baneke y sus colaboradores en un trabajo publicado en 2020. La edad media de diagnóstico es de 32 años. Las mujeres tienen el doble de probabilidades de desarrollar esclerosis múltiple que los hombres.

 

Se han descubierto variaciones en el genoma que aumentan el riesgo de esclerosis múltiple. Pero no son los únicos factores que conducen al desarrollo de la enfermedad/ Kate Patterson

 

 

De acuerdo con el doctor Baranzini, hubo muchos avances sobre la relación entre la microbiota y la esclerosis múltiple. Pero aún no hay evidencias sólidas que permitan hacer recomendaciones más específicas.

“Las bacterias intestinales interaccionan con el metabolismo de otras y con el metabolismo humano. Esto es fundamental para tener un equilibrio. Necesitamos a las bacterias para que eduquen al sistema inmune, y nos ayuden a digerir los alimentos. En el caso de algunas personas, habría una desregulación que produce un desbalance en la respuesta inmune, que podría contribuir al desarrollo de la enfermedad”, comentó. “Es probable que una dieta sana, que sea rica en frutas y fibras, sea ideal para la prevención de la enfermedad. Pero aún no podemos dar una recomendación específica basada en evidencias sólidas para escleros múltiple. Estamos haciendo un estudio global con muchos pacientes para aclarar este tipo de preguntas”, añadió.

La microbiota también puede ser clave para la efectividad de las terapias hoy disponibles. “Estamos investigando cuál es el rol de las bacterias cuando los pacientes reciben las terapias. En otro campo, como el de las enfermedades oncológicas, ya se ha encontrado que la presencia de algunas bacterias puede definir si el paciente puede responder bien al tratamiento. En cambio, aún no se sabe cuál es el papel de la microbiota en la efectividad de las 15 terapias que ya se usan en esclerosis múltiple”, comentó Baranzini.

 

Se investigan diferentes estrategias terapéuticas dirigidas a modular la microbiota como tratamiento para esclerosis múltiple/

 

Se están pensando en terapias dirigidas a la microbiota como un modo de tratar también a las personas viviendo con esclerosis múltiple. Una opción podría ser el cambio en el tipo de productos que se consumen. Pero se está investigando para saber bien en profundidad qué tipos de modificaciones deberían hacerse porque no se sabe cuál es la relación de cada uno de los nutrientes y las bacterias asociadas a esclerosis múltiple.

También se postulan los probióticos, los ácidos grasos de cadena corta y el trasplante fecal a partir de la donación de otras personas sin la enfermedad.

En la revisión publicada en Nature Neurology Reviews, Baranzini y los otros autores sostienen que “las estrategias terapéuticas dirigidas a la microbiota -incluidas las intervenciones dietéticas, los probióticos, los ácidos grasos de cadena corta y el trasplante de microbios fecales- parecen prometedoras para el tratamiento de la esclerosis múltiple, pero es necesario seguir trabajando para evaluar su eficacia”.

Los ácidos grasos de cadena corta son “productos que surgen de la fermentación bacteriana en el intestino, como el ácido propiónico, butírico y acético. Esos ácido pueden ser utilizados como combustible por las células epiteliales del intestino para producir energía, o bien pueden participar en la sobrevida, desarrollo y función de células del sistema inmune a través de su interacción con ciertas proteínas”, precisó el doctor Correale. Existe la posibilidad de desarrollar esos ácidos grasos de cadena corta como terapia. “Pero aún no se sabe cuál es la vida media de esos ácidos en el organismo cuando son administrados por vía exógena. Por ahora, las bacterias intestinales son las más efectivas en convertir a la fibra de la dieta en esos compuestos”, explicó Baranzini.

 

Hoy existen diferentes fármacos que pueden modificar favorablemente el curso de la esclerosis múltiple. También se aconseja rehabilitación a los pacientes/University of Plymouth

 

 

Consultada por Infobae, Adriana Carrá, jefe del área Enfermedades Desmielinizantes Hospital Británico de Buenos Aires y directora médica de la asociación Esclerosis Múltiple Argentina, comentó tras leer la revisión publicada: “Se vienen estudiando las causas de la esclerosis múltiple. Los factores genéticos, los antecedentes de infecciones como el virus Epstein-Barr, el déficit de vitamina D, y la microbiota intestinal. La revisión publicada nos muestra que nos estamos acercando a comprender cómo esos factores tienen un impacto en la enfermedad”.

“En los próximos años estimamos que habrá más resultados sobre el impacto de la microbiota”, señaló la doctora Carrá. Resaltó que hoy existen diferentes fármacos que pueden modificar favorablemente el curso de la enfermedad que puede alterar la vida personal, familiar, laboral y social de los pacientes. “Mientras la investigación científica sigue, hoy -afirmó la médica- el acompañamiento y la rehabilitación ayudan a mejorar la calidad de vida”.

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