En medio de fuertes vientos, los bomberos trataban este lunes de controlar un gran incendio en la provincia de Alicante, en el sureste de España, al tiempo que otro fue estabilizado en Aragón, en el norte del país.
Ambos incendios se declararon el sábado. El de Aragón obligó a movilizar a 350 bomberos, quemó 6.000 hectáreas y forzó a 1.500 personas a abandonar sus casas.
Los equipos lograron estabilizarlo e impedir que el fuego alcanzara el parque natural del Moncayo, la montaña que domina la zona, a unos 80 km al oeste de la ciudad de Zaragoza. Según las autoridades locales, la situación estaba “evolucionando favorablemente” este lunes.
Más al sur, en la provincia de Alicante, cientos de bomberos secundados por 25 aviones cisterna y helicópteros trataban de poner coto a las llamas en el Vall d’Ebo, a 50 kilómetros al norte de la turística localidad de Benidorm.
El fuego destruyó por el momento más de 6.500 hectáreas, y 1.200 personas fueron desalojadas. El trabajo de los bomberos se estaba viendo dificultado por los fuertes vientos en esta zona montañosa, indicó la administración regional.
En lo que va de año, España ha sufrido 390 incendios, alimentados por temperaturas muy altas, en ocasiones de más de 40 grados, y una sequía pertinaz.
Según el sistema europeo de información sobre incendios forestales (EFFIS), los incendios quemaron este año más de 245.000 hectáreas en España, el país de Europa más castigado.