La industria petrolera venezolana pasa por una de las circunstancias más dramática en todas sus áreas, con una producción de 700 mil barriles, con una caída en la refinación que llega a 160.000, que deja incapaz de abastecer la demanda de combustibles en el mercado nacional.
Anggy Polanco // Corresponsalía lapatilla.com
Así lo explicó Rafael Quiroz Serrano, economista y experto petrolero tachirense, durante la presentación de su nueva obra titulada Los presidentes y el petróleo, en la que expuso la crisis que vive el país, y que servirá para ayudar a la excelencia académica de estudiantes y profesionales de toda Venezuela.
Indicó Quiroz que en la actualidad lo único que puede generar una recuperación de la industria petrolera es el mejoramiento de la infraestructura, pero hasta el momento no se ha recuperado.
Señaló que ante la afirmación del régimen de Nicolás Maduro y el ministro de Petróleo de elevar la producción a 2 millones de barriles de petróleo para el cierre de diciembre, refutó tal afirmación y advirtió que lo máximo que Petróleos de Venezuela, en esfuerzos propios y asociaciones mixtas, no podría pasar de 850.000 barriles de petróleo.
En cuanto a la propuesta de importar combustibles desde Colombia, declaró que, sin duda alguna es preferible importar gasolina de Colombia, en vez de traerla desde la India o Irán, porque los fletes son más altos. Consideró que Colombia sí está en capacidad de suministrar combustibles para amortiguar un poco el consumo interno, puesto que la industria petrolera se vino al suelo y llegó a la producción de los años 40, cuando gobernaba Medina Angarita.
Detalló que la obra pasa revista a los aciertos y errores, bondades y conflictos de la política petrolera, quinquenio por quinquenio, y ayuda a dilucidar qué pasó con la democracia venezolana sustentada en la renta petrolera.
Quiroz dio a conocer que trabaja en otro libro que lleva por nombre “El petróleo en la era chavista: auge y desfalco de la mayor bonanza petrolera de la historia“, en el que va a reflejar todas las malas gerencias y la pésima forma como se ha venido manejando la industria petrolera en los últimos 24 años.