Este sábado se cumplen 15 días del amargo momento en el que el río Los Naranjos y Capa en Canoabo, estado Carabobo, crecieron por las fuertes precipitaciones y la falta de mantenimiento oportuno de los cauces.
Por Corresponsalía
Las lluvias afectaron a más de 100 familias que perdieron sus enseres, alimentos, medicinas y demás objetos de valor. Ante la situación, las alcaldías del occidente de Carabobo, gobernación, fundaciones, iglesias, empresarios y sociedad civil se han abocado en ayudar a las víctimas de la vaguada.
No obstante, aún quedan cosas por hacer, pues existen viviendas que sufrieron derrumbes parciales, se agrietaron las paredes y piso, por lo que les urge dotación de material de construcción para reparar los daños o, de lo contrario, corren el riesgo de que se terminen de caer con algún aguacero.
Así lo refirió Javier Palencia, habitante de la zona y secretario de asuntos ambientales de Un Nuevo Tiempo, quien detalló que existen tres viviendas de la familia Pérez, ubicadas al final de la calle El Sol, en donde una de ellas quedó bastante afectada, por lo que los organismos de rescate la declararon inhabitable.
Las otras dos viviendas presentan paredes y pisos agrietados, y sus habitantes continúan ahí con el temor de que en cualquier momento un fuerte aguacero desplome la estructura.
Entre la calle El Sol y Coronel, otra vivienda se derrumbó parcialmente. Afortunadamente los cuartos se mantuvieron en pie y la familia pudo resguardarse. Y existe una quinta vivienda, en Boquerón de la familia Sequera, menos afectada, pero que requiere pintura, pues se inundó hasta la mitad.
En tal sentido, destacó que para estas familias se requiere ayuda en materiales de construcción como cemento, bloques, cabillas, arena, pintura, por lo que hizo un llamado a los organismos públicos y privados a apoyar a estas familias, que se encuentran entre las más afectadas por la crecida del río.
“Afortunadamente la comunidad ha sido solidaria”, exclamó Palencia, al tiempo que informó que la gobernación se encuentra haciendo el dragado del río, trabajos que se debieron hacer antes de la temporada de lluvia y que de haber sido así, quizás el impacto hubiese sido de menor proporción.