Sebastiana Barráez, periodista especializada en la fuente militar y temas de delincuencia organizada, en entrevista con La Patilla, analizó el impacto geopolítico en Venezuela y Colombia con el anuncio del diálogo de “paz total” que adelanta el nuevo presidente de Colombia, Gustavo Petro, con el grupo armado del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Corresponsalía lapatilla.com
Barráez asevera que una de las perversiones del régimen de Nicolás Maduro es haberle permitido a la guerrilla colombiana, tanto a las disidencias de las Farc-EP, el Décimo Frente Martín Villa, como a la Segunda Marquetalia, permanecer en Venezuela, después del Acuerdo de Paz firmado con el gobierno neogranadino en 2016.
“Nos ha costado una gran cantidad de militares muertos. No solamente los cuatro militares asesinados en 2020, sino los 16 militares muertos entre marzo y abril del año 2021. Hablando de los más recientes, cuando existía una relación bien cómoda del régimen e inclusive del propio Nicolás Maduro, invitando y convocando a las Farc al territorio venezolano”, añade.
Piensa que la situación del Eln y las Farc es “una papa caliente para Nicolás Maduro” en la relación con Colombia, porque si bien cierto que el presidente Petro no es Iván Duque, y mucho menos Álvaro Uribe Vélez, también es cierto que el nuevo mandatario colombiano no va a aceptar la tolerancia con la guerrilla, permeando el territorio y creándole problemas en su zona.
“Hasta ahora, no sé qué va a hacer Nicolás Maduro para poder superar esa situación y convencer al Eln que acepte el proceso de paz. Lo primero que debería hacer, tanto Nicolás Maduro como las FANB, es expulsar del territorio venezolano al Eln, lo que queda de las disidencias de las Farc y de la Segunda Marquetalia, para que resuelvan su problema de paz en Colombia y la guerrilla deje de ser un problema y perturbación para Venezuela”, subraya.
Petro y las guerrillas
Recuerda la existencia de un acuerdo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP), de donde quedó un grupo disidente grande identificado como el Décimo Frente y liderado por alias “Gentil Duarte”, y otros grupos rebeldes de las Farc.
Menciona también el surgimiento del grupo de las Farc, luego del acuerdo de paz, llamado la Segunda Marquetalia, comandado por Jesús Santrich, Iván Márquez, entre otros cabecillas.
“El presidente colombiano Gustavo Petro ha dado muestras evidentes antes de las elecciones y ahora en la presidencia, de llegar a un acuerdo de paz con la organización que queda establecida legalmente hasta ahora como grupo guerrillero llamado el Ejército de Liberación Nacional (Eln)”, dijo.
Para Barráez, Colombia tiene dos situaciones distintas: el Eln, una guerrilla reconocida con beligerancia, y las Farc, una guerrilla de disidentes, no reconocida porque se supone que se sumaron al proceso de paz, mediante el partido de las Farc. Sin embargo, pese a esta realidad, la especialista en el tema deja claro que a Petro no le conviene la guerrilla en Colombia.
“Una cosa es que él haya sido guerrillero en el pasado (cuando estaba muy joven), y otra es que ahora está en la acera contraria, porque realmente las guerrillas enfrentan al gobierno. Ahora, Petro es gobierno. A Petro más que a nadie le conviene los acuerdos de paz, porque la pacificación de los grupos guerrilleros significa muchas cosas para Colombia y debería servir para Venezuela, porque al pacificarse los grupos en territorio colombiano, no tendrían razón de ser en territorio venezolano”, explica la periodista venezolana.
Eln apoyado por las Fanb
La experta en tema militar cree que ambas realidades presentes en Colombia, impactan de manera directa en el acontecer venezolano, no porque los grupos guerrilleros hayan migrado a nuestro país “durante hace mucho tiempo”, sino más bien porque considera que el Ejército de Liberación Nacional nunca había tenido tanta fuerza y había crecido tanto con más combatientes, como lo ha hecho en territorio venezolano.
“Ojalá que no suceda lo mismo que pasó con las Farc, que firmó el acuerdo de paz y la mayoría de los comandantes de esa organización siguieron igualmente delinquiendo, instalándose en nuestro territorio e incorporando a venezolanos en sus actividades, en los campamentos y en los laboratorios de la droga, en las pistas de aterrizaje, que han tenido y tienen en territorio venezolano”, agrega.
A juicio de la especialista, aunque no exista un acuerdo escrito entre el régimen venezolano y el Eln, en la praxis existe una alianza que se ha manifestado por la actuación de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana con este grupo subversivo, al compartir actividades conjuntas.
“En las minas de oro del estado Bolívar, y en Apure en lo que va del año 2022, el Eln ha ejercido las funciones de enfrentar a las disidencias de las Farc al expulsarlas del territorio venezolano, tarea que le corresponde en realidad a las Fanb y ha dejado en las manos del Eln. Esto ha sido evidentísimo, tanto el Ejército Venezolano como la Armada, la Guardia Nacional (GN) y la Aviación (AV) les han prestado colaboración y ayuda al Eln para que enfrente a las Farc en Apure”, manifiesta.
No existe el Cartel de los Soles
La periodista venezolana oriunda del estado Táchira califica como positiva la reapertura de la frontera colombo-venezolana que aspira próximamente concretar el actual presidente del vecino país, Gustavo Petro.
A su manera de ver, el cierre de los pasos oficiales hacia la frontera fue contraproducente, porque en la actualidad la franja fronteriza es una zona muy peligrosa. Los grupos irregulares han contribuido y han alimentado a bandas de delincuencia común, dedicados a la trata de personas, tráfico de niños y jóvenes con fines sexuales.
Para Barráez, el cierre fronterizo ha permitido, además, que no exista la figura legal que potencie el comercio binacional, el cual revela se encuentra en manos de los grupos irregulares colombianos y venezolanos, amparados por los militares y los grupos políticos establecidos en los estados fronterizos.
“Es lo mejor que le puede pasar a ambos lados de la frontera, porque desde el momento que se materializó el cierre de la frontera, los únicos que han salido realmente beneficiados con esta decisión, han sido los grupos irregulares que se han alimentado del cobro por el paso de personas y de productos de un lado a otro de la frontera colombo-venezolana. Al reabrir esos pasos oficiales, la situación va a ser un poco más regular, un poco más legal y le va a permitir al venezolano y al colombiano pasar por ambos lados de la frontera con o sin mercancía, con su identificación plena, con su pasaporte, su registro, eso es importante”, destaca.
Cree que reabrir la frontera va a permitir darle un marco legal a los sucesos ocurridos en la franja fronteriza, y lo más importante: llevar registro legal sobre la entrada y salida de venezolanos.
“El paso de venezolanos hacia Colombia huyendo de la crisis, buscando salida hacia otros países como Ecuador, Perú, Chile, Argentina y Bolivia, ha contribuido a que no se sepa quién entra y quién sale del país, porque en la actualidad han florecido los pasos irregulares y las trochas, las cuales anteriormente eran usadas por los grupos delictivos e irregulares para pasar mercancía a ambos lados de la frontera. Con el tiempo terminó siendo una praxis normal, porque el venezolano que necesitaba pasar a territorio colombiano o viceversa, cayó en las manos de los grupos irregulares ante la necesidad de pagarles o se ven obligados a tratar con ellos”, manifiesta.
Desmiente la existencia de cárteles de la droga de índole militar operando en la frontera. Por el contrario, deja constancia que en la zona limítrofe con Colombia, existen cárteles mexicanos, colombianos y hondureños.
“Son cárteles que, en el caso de nuestro territorio, les han permitido ejercer funciones con la colaboración de militares venezolanos. Es importante destacarlo, porque ha existido mucha publicidad o propaganda en relación a lo que llaman el Cartel de los Soles, esa figura que no es más que efectista que otra cosa, pues no se ajusta a los términos reales, porque no hay realmente un cartel militar como tal. Hay militares involucrados en el narcotráfico, en el negocio de la droga, según los cargos que ocupan en un momento determinado”, expresa.
Espionaje ruso y cubano
Considera que no es por altruismo que Rusia, China e Irán le haya suministrado armamento y equipos bélicos a Venezuela. Más bien deja al descubierto que han sido compras importantes hechas por Venezuela a los referidos países.
“Se cambió lo que alguna vez fue la negociación con Estados Unidos. Con esos países se han hecho contratos para la adquisición de armamentos y materiales armamentísticos, a cambio de sumas millonarias. No ha sido un favor y no ha sido gratis tampoco”, opina.
Asegura que las redes de espionaje no se han concretado en Venezuela a través de esas vías. Por el contrario, alega que las mismas han estado a cargo tradicionalmente de Cuba, y más recientemente de Rusia, países que a su juicio, han contribuido en todo lo que tiene que ver con una estructura de inteligencia policial y militar en Venezuela.
“No solamente en el caso del estado Apure, sino también en todo el país, principalmente en lo que tiene que ver con aspectos relacionados como detectar a personas que en algún momento pudieran ser un problema para el gobierno por ser líderes, pues el gobierno los ha puesto bajo sospecha de querer enfrentar al régimen venezolano”, apunta.
Revela que los militares rusos no se instalan en un sitio en particular de la frontera (Apure, Táchira, Zulia y Bolívar), sino más bien realizan actividades periódicas de todo tipo, en especial las relacionadas con el uso de los drones que pueden durar semanas.
“Después sencillamente se retiran. A los rusos no les gusta vivir en la frontera, no les gusta tener incomodidades, les gusta vivir en hoteles cómodos, tener buen alimento, buena bebida, estar en condiciones óptimas y no en condiciones de guerra. Los rusos en territorio venezolano están dedicados al área militar”, recalca.
Lamenta que no exista una respuesta dentro de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana ante lo que califica como una “injerencia evidente” de los rusos e iraníes, como antes hubo de los cubanos, en las actividades propias de las Fanb, que considera debería hacerse respetar en su propio territorio.