Un ángel recién emergido del cielo bate sus alas en una serie de piruetas antes de aterrizar con una explosión azul, en un espectáculo más propio del Cirque du Soleil que de un desfile de ropa interior.
Por: BBC
De la cegadora luz emerge la modelo brasileña Adriana Lima, con un sujetador metálico tipo push-up y medias de látex rosa hasta la ingle, seguida de su compatriota Gisele Bündchen, la modelo mejor pagada del momento, quien luce un triquini amarillo chillón.
Sentados en primera línea están los músicos Sean Combs —más conocido como Puff Daddy o P. Diddy— y Pharrell Williams, el actor Chris North, Mr. Big en Sex and the City, o el magnate inmobiliario Donald Trump y su aún novia Melania Knauss.
Es 2003 y nadie entre el variopinto público ha querido perderse el noveno show anual de Victoria’s Secret, la firma de lencería más célebre de todos los tiempos.
Tras una aplaudida actuación de Sting y Mary J. Blige, la última del séquito de maniquís de piernas kilométricas y tangas minúsculos en aparecer en escena es la alemana Heidi Klum.
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