Una ola de crímenes de carácter familiar han sido protagonistas de los principales diarios de noticias venezolanos. Abuelos, padres e hijos planificando la muerte de uno de los suyos dan muestra de la fragilidad de los valores de estos ciudadanos, que en muchos casos refieren no sentir pena ni dolor por los errores cometidos.
lapatilla.com / Roy Andazol
Recientemente, el Observatorio Venezolano de Violencia (OVV) divulgó un estudio llamado “Delitos Conocidos por la Sociedad”, en la que se contabilizaron 950 asesinatos en el país durante el primer semestre de 2022.
A esto le agregamos que muchos de estos casos son relacionados con los problemas en las familias, que durante los últimos años se han visto afectados por la convivencia en pandemia y la profunda crisis social que azota a el país sudamericano.
En las últimas semanas, las redes sociales se han inundado de comentarios devastadores al leer las noticias de los crímenes de horror cometidos por personas que conocen y al parecer no serían capaces de organizar asesinatos de gran magnitud.
Un ejemplo de eso fue el caso de la muerte de la niña Mildres Mesa, de un año y 11 meses, quien fue reportada como persona desaparecida desde el pasado 19 de agosto, en el caserío Cortadora, Municipio Libertador, estado Carabobo, cuando su madre Mariangel Mesa Yatare indicó que cuando se encontraba al cuidado de su abuelo, Guillermo Mesa, esta se habría extraviado.
Al efectuar la autopsia correspondiente después de encontrarla sin vida, se pudo determinar que la pequeña tenía signos de abuso sexual recientes y antiguos, así como una fractura de cráneo; de igual manera se determinó que el lugar donde ocurrió el hecho fue el caserío donde la habían reportado como desaparecida, luego de haberla golpeado salvajemente.
Por el caso fueron detenidos los abuelos de la pequeña, además de su madre, quienes planificaron todo el horrendo crimen.
Otro caso similar que conmocionó al país fue la muerte de Reyna Esclusa Andrea (38) asesinada el 30 de agosto y cuyos familiares habrían simulado un suicidio.
El periodista de sucesos Román Camacho informó este martes en su cuenta de Twitter que el organismos de investigación resolvieron el caso de la muerte de la mujer al determinar que su hermano, German Enrique Reyna Esclusa (30), la había ahorcado tras una acalorada discusión dentro de su residencia.
El hecho ocurrió en La Lagunita, municipio El Hatillo, el asesino junto a su mamá y hermana, María Carolina Esclusa de Reyna (64) y María Carolina Reyna Esclusa(38), la acostaron en la cama y dijeron a las autoridades que ella se había ahorcado y la bajaron para ayudarla.
Junto a la captura de los tres familiares, el Cicpc incautó tres pistolas, un revólver; 1.466 municiones, 103 cápsulas fulminantes, dos máquinas fundidoras de plomo para proyectil y dos prensas recargadoras de municiones.
Del mismo modo, otra información que impactó a la ciudadanía fue la captura de Ivette Jonaika Sanchez Torres (29), fue aprehendida en Carapita, sector El Progreso, parroquia Antimano, Municipio Bolivariano Libertador, Caracas, tras cegarle la vida a su pareja, José Alexander Ramírez, tras una fuerte discusión.
La pareja se encontraba ingiriendo bebidas alcohólicas y sustancias ilícitas cuando se originó una discusión, la cual se tornó acalorada y la mujer, partió una botella, se abalanzó sobre el hombre y le asestó una herida mortal.
La historia que se viralizó masivamente, fue la denuncia efectuada por la joven venezolana radicada en Chile, Juneily Ferrer, quien denunció a través de sus redes sociales el presunto encubrimiento del homicidio de su hermana Junesky en el estado Zulia por parte de su madre en complicidad con las autoridades policiales.
La joven subió un vídeo de 10 minutos en su cuenta de Instagram, @juneilyn_ferrer, en el que cuenta que su madre hizo pasar como suicidio la muerte de su hermana, quién viajaría a Chile para reencontrase con sus parientes que viven allá.
¿La salud mental de los venezolanos está afectada?
La profunda crisis económica y social que ha golpeado a Venezuela durante los últimos años es considerada según expertos la principal causa de enfermedades de índole psicológico en el país.
Situaciones de extremo estrés han llevado a sus habitantes a padecer condiciones como la ansiedad y la depresión, razón que obliga a los profesionales de la salud a hacer un llamado de atención a las familias para que no dejen de acudir a sus consultas.
Según un informe publicado por el Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), la cantidad de casos por suicidios han aumentado considerablemente durante los últimos años, algo que parece pasar por debajo de la mesa por las autoridades del país que no promueven campañas para incentivar a las personas a buscar ayuda.
El organismo explicó que entre enero y agosto de 2021 nada más en el país se habían contabilizado un poco más de 222 muertes autoinfligidas, situación que era totalmente alarmante y que refleja el estado emocional en el cual se encuentra la sociedad.
Expertos han hecho un llamado a las autoridades para asistir de forma oportuna esta situación con el fin de evitar tragedias.