Ha esperado 73 años para que llegara este momento, pero desde esta semana, Carlos de Inglaterra es el rey de los británicos, bajo el nombre de Carlos III. La muerte de su madre, este jueves a los 96 años, le ha llevado al fin al trono para el que tanto lleva preparándose, así lo reseñó 20 MINUTOS.
Ser rey conlleva muchas responsabilidades, muchos privilegios, pero también muchos sacrificios. Carlos ha pasado toda una vida viviendo a la sombra de su madre, la reina Isabel II, lo que le ha permitido desarrollar todo tipo de actividades tanto benéficas como diplomáticas. Ahora, tendrá que renunciar a mucha de ellas.
El propio Carlos III ya lo ha dejado más o menos claro, o así se deja entrever, en su primer discurso, este viernes, apenas unas horas después de que su madre muriera en el castillo escocés de Balmoral.
Una de las principales actividades que desarrollaba el ahora rey tenían carácter benéfico, y algunas de ellas estaban enfocadas en el cuidado del medio ambiente. “Mi vida cambiará a medida que asuma mis nuevas responsabilidades. Ya no me será posible dedicar tanto de mi tiempo y energías a las organizaciones benéficas y los asuntos que me importan tanto. Pero sé que este importante trabajo continuará en las manos confiables de otros”, dijo.
Su cargo como rey le impedirá también ejercer cualquier injerencia política: “He sido educado para albergar un sentido del deber hacia los demás y para tener el mayor respeto por las preciosas tradiciones, libertades y responsabilidades de nuestra historia única y nuestro sistema de gobierno parlamentario”, dijo.
“Como lo hizo la propia reina con tanta devoción inquebrantable, yo también me comprometo ahora solemnemente, durante el tiempo restante que Dios me conceda, a defender los principios constitucionales en el corazón de nuestra nación”, añadió el rey Carlos III.
También hay parte de sus renuncias que, en realidad, recaerán en su hijo Guillermo, que ya es oficialmente el príncipe de Gales: “Como mi heredero, Guillermo ahora asume los títulos escoceses que tanto han significado para mí. Me sucede como duque de Cornualles y asume las responsabilidades del ducado de Cornualles que he tenido durante más de cinco décadas”, dijo.
“Me enorgullece nombrarlo Príncipe de Gales, Tywysog Cymru, el país cuyo título he tenido el gran privilegio de llevar durante gran parte de mi vida y mi deber. Con Catherine (Middleton) a su lado, nuestros nuevos príncipe y princesa de Gales, lo sé, continuarán inspirando y dirigiendo nuestras conversaciones nacionales, ayudando a traer lo marginal al centro del terreno donde se puede brindar ayuda vital”, dijo el rey.
Tampoco su mujer, Camilla, escapa a las nuevas responsabilidades y al cambio de vida que se le avecina: “Cuento con la amorosa ayuda de mi querida esposa, Camilla. En reconocimiento a su leal servicio público desde nuestro matrimonio hace diecisiete años, se convierte en mi reina consorte. Sé que aportará a las exigencias de su nuevo cargo la firme devoción al deber en la que he llegado a depender tanto”, afirmó.