Quienes residen en la parte norte de la calle Bomboná de Maturín, deben ingeniárselas para abastecerse de agua potable, ya que desde hace más de 12 años padecen por la falta del servicio. Aunque son muchas las denuncias publicadas a través de los diferentes medios de comunicación, el chavismo ha hecho caso omiso a estos llamados.
Por: Corresponsalía La Patilla
Muchos vecinos deben resolver la falta del recurso hídrico bajando hasta un manantial conocido también como un jagüey, pero atravesando una especie de selva. Luego de bajar unas empinadas escaleras, el recorrido se complica por lo intrincado del terreno, que como han afirmado los ciudadanos afectados, se vuelve peligroso cuando llueve.
María Mosquera, quien habita en una humilde vivienda hecha de bahareque a muy pocos metros del manantial, narró que al lugar acuden vecinos de otros sectores como la calle Junín y Viento Colao. En las mañanas y en las tardes es cuando se observa mayor cantidad de personas llenando recipientes, en especial niños cuyas edades puede rondar entre los 10 años y 15 años.
“Aquí viene gente de todos lados. Eso se debe a que varios sectores no reciben agua desde hace muchos años. No todos tienen para pagar un camión cisterna que puede costar entre 20 dólares y 25 dólares”, contó Mosquera.
Por otra parte, Yoel Chaparro aseguró que ha tenido que comprar una cisterna que puede durar poco más de una semana, ya que cargar botellones le ha traído como consecuencia dolores en la columna. Para el consumo y la preparación de los alimentos, gasta semanalmente hasta 15 botellones que recarga a 2 bolívares cada uno.
Pese a los anuncios hechos por el gobernador chavista de Monagas de estar “cambiándolo todo” como prometió en su campaña, muchos sectores de Maturín aún se ven afectados por la falta de agua. La empresa Aguas de Monagas todavía tampoco ha resuelto el problema que data de más de una década.