Aunque en reiteradas oportunidades la alcaldesa chavista de Maturín, Ana Fuentes, ha anunciado convertir el municipio en una “ciudad inteligente”, las condiciones de abandono de los cementerios dejan mucho que desear.
Por: Corresponsalía
Tal es el caso del cementerio viejo donde abunda la basura, inseguridad y la maleza crece por doquier. Como en muchos camposantos del país, no puede faltar la profanación de tumbas para rituales de brujería.
Ante esta tétrica realidad, ciudadanos consultados denunciaron que esta necrópolis se encuentra abandonada desde hace más de siete años, y a pesar de muchas denuncias y a su vez promesas de los gobernantes rojitos, es poco o casi nada lo que se ha hecho para mejorarlo.
“Tengo un familiar aquí y trato de venir de vez en cuando a darle una limpieza a la tumba, pero uno viene con miedo por la inseguridad. Hacia la parte de atrás es peor, porque está llena de maleza por todos lados, y el temor es que salga una culebra y muerda a alguien. Uno ha visto tumbas profanadas, donde se han robado los accesorios como argollas de aluminio, mármol. Es muy lamentable las condiciones en las que está este camposanto”, expresó Juana Lara, ciudadana entrevistada.
Uno de los trabajadores de este cementerio, que prefirió no identificarse, señaló que el lugar es aprovechado por la delincuencia y ante la falta de efectivos de seguridad, los hampones hacen de las suyas para atracar a los pocos visitantes. También usan el cementerio como vía de escape por la parte trasera que da hacia otro sector.
El abandono es tal que, incluso, las oficinas son usadas para realizar actos lascivos. Hasta hace unos meses atrás, la secretaria hacía los registros debajo de un árbol.
“Si en realidad la alcaldesa quiere que Maturín sea una ciudad inteligente, debe incluir todo, no solamente las plazas y algunas avenidas. Este cementerio que es el más antiguo, da tristeza ver cómo se encuentra este sitio donde reposan los restos de importantes personajes de este municipio. Ojalá que atienda este problema”, puntualizó Teresa Ramírez, entrevistada.
