Miles de personas rendirán desde este miércoles un último homenaje a Isabel II en la primera de varias jornadas de homenajes por parte de sus seguidores en la capital británica.
La capilla ardiente de Isabel II, fallecida el jueves a los 96 años de edad, abrirá sus puertas a las 17:00 hora local en el Palacio de Westminster, donde los ciudadanos podrán acudir para despedirse hasta su funeral de Estado y entierro previstos el 19 de septiembre.
Las autoridades esperan una marea humana en las calles de la cosmopolita capital británica. “Nunca he visto nada parecido. Se puede sentir que ya llega y que va a ser enorme”, dijo a la agencia de noticias AFP un guardia de seguridad identificado como Rumesh.
En la víspera, miles de personas desafiaron la lluviosa jornada para acoger entre aplausos y con las linternas de sus celulares la llegada del féretro al Palacio de Buckingham, donde pasó la noche en la Bow Room rodeado por sus allegados.
Tras un momento de oración en el palacio en presencia del rey Carlos III, la reina consorte Camila y la familia real, sus restos se trasladarán a partir de las 14:22 hora local en procesión por el centro de Londres hasta la capilla ardiente en Westminster.
Las campanas del Big Ben resonarán y cañones dispararán salvas desde Hyde Park en homenaje a la soberana más longeva del Reino Unido, que ejerció un papel tranquilizador durante la pandemia de covid-19.
Desde el lunes por la noche, varios ciudadanos hacían cola para asegurarse que podrán presentar sus respetos ante el ataúd de su monarca en el Westminster Hall, la parte más antigua en pie del homónimo palacio que acoge las capillas ardientes reales desde 2010.
“Va a ser emotivo y no sé cómo me sentiré al entrar ahí la primera” dijo Vanessa Nanthakumaran, una auxiliar de administración de 56 años que encabeza la fila. “Es nuestro deber dar las gracias. Serán oraciones desde el corazón”, agregó.
Los medios británicos especulan con que unos 750.000 ciudadanos esperarán pacientemente para despedirse de la reina en las colas que se extenderán a lo largo de unos 10 kilómetros a orillas del río Támesis hasta el 19 de septiembre.
En Edimburgo, donde se instaló la primera capilla ardiente lunes y martes, fueron 33.000 personas las que le dijeron adiós.
Las autoridades pidieron a la gente en Londres que vista “de manera apropiada” y advirtieron que la espera podría durar horas, incluso toda una noche. El público solo podrá ingresar en la capilla ardiente con una pequeña mochila, pero sin agua ni comida.
Más de 100 monarcas, jefes de Estado y otras personalidades deben asistir a las exequias por Isabel II, entre ellas, el presidente estadounidense, Joe Biden; el rey de España, Felipe VI, y su padre Juan Carlos I; y el dirigente brasileño, Jair Bolsonaro, anunció una fuente gubernamental.
Aunque un documento de la organización que se filtró a la prensa dejaba entender que los dignatarios deberían tomar un autobús para acudir a la abadía, los organizadores explicaron que los aliados más cercanos del Reino Unido podrían utilizar sus propios medios.
Rusia, Bielorrusia, Birmania y Corea del Norte no fueron invitados.
El entierro de la soberana que vio pasar a 15 primeros ministros –el primero, Winston Churchill, nacido en 1874 y la actual, Liz Truss, nacida en 1975– tendrá lugar el mismo día en el Castillo de Windsor en una ceremonia privada.
Con información de AFP