Los giros en la guerra son constantes y mientras Ucrania parece haber tomado la iniciativa, Rusia enciende su relato. Moscú asegura que las garantías de seguridad que reclama Ucrania como paso previo a la búsqueda de una salida negociada a la guerra suponen “una amenaza” para la seguridad de Rusia, motivo por el que ha defendido la necesidad de mantener la ofensiva militar contra el país europeo. “Estamos hablando de cierto documento y nadie oculta que lo tenían en mente hasta el momento en el que Ucrania se una a la OTAN. Esto significa que el punto de referencia para la entrada de Ucrania en la OTAN sigue ahí”, comentó el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, al respecto.
Por: 20 Minutos
En este sentido, el expresidente ruso y hombre de confianza de Putin, Dimitri Medvedev, asegura que las peticiones de Kiev son “el prólogo de la Tercera Guerra Mundial”, más si cabe después de una contraofensiva ucraniana que ahora se ha ralentizado. El propio Ejército ucraniano asegura que el ritmo va bajando pese a los avances, y que ahora su foco se centra en penetrar en Lugansk. El Donbás, por tanto, vuelve a ser el centro de las hostilidades una vez que Ucrania ha conseguido dominar Járkov, otro de los enclaves decisivos en la guerra.
Asimismo, van destapándose pasos previos al inicio del conflicto. Vladimir Putin no quiso alcanzar un acuerdo con Ucrania antes de la invasión pese a que Kiev se comprometió a su neutralidad. Según adelanta Reuters, el presidente ruso no quiso aceptar un pacto con el Gobierno de Volodimir Zelenski a través del cual Ucrania aceptaba no entrar en la OTAN para que Moscú no lanzase su ofensiva que, por aquel entonces, iba ganando enteros. Estos hechos serían anteriores al 24 de febrero por lo que podrían desmontar la teoría de que la principal razón de Moscú para iniciar la guerra fuera precisamente la expansión hacia el este de la Alianza Atlántica.
Puedes leer la nota completa en 20 Minutos