Carlos III continua con su gira como Rey. El rey Carlos III prometía en Belfast recoger el testigo de su madre, Isabel II, también en lo referente a los compromisos de la corona con Irlanda del Norte, un territorio marcado durante décadas por un conflicto que, aún hoy, sigue reflejándose en las claras divisiones políticas y sociales.
Por cope.es
El nuevo monarca ha proseguido por Belfast la gira emprendida tras el fallecimiento de Isabel II, en un gesto protocolario que sirve también como aval hacia la nueva etapa. Así, en un discurso ante diputados, se ha comprometido a seguir el “brillante ejemplo” de su madre y a trabajar en aras “del bienestar de todos los habitantes de Irlanda del Norte”.
“En los años transcurridos desde que comenzó su larga vida de servicio público, mi madre vio a Irlanda del Norte pasar por cambios históricos”, ha dicho el nuevo monarca, quien ha recordado que también su familia sintió como propias las “penas” de este territorio, según BBC News.
Asimismo, durante estos días, Carlos III y, su mujer y reina consorte, Camilla Rosemary, se pasaron a dar la mano a los ciudadanos. Normalmente, a la familia real se le suele ver a distancia, por televisión o saludando desde los coches y tras un gran personal de seguridad. No obstante, con motivo de la gura del nuevo rey, han asistido a las calles para saludar a los ciudadanos personalmente.
“La reacción que tuvo uno de los niños”
Este martes, durante su visita a Irlanda del Norte, una multitud les esperaba tras las vallas. Todos parecían estar tan emocionados como impacientes por el momento. Entre todas las personas destacó un grupo de escolares a los que Carlos III y Camila no dudaron en acercarse y darles la mano en forma de saludo.
“Ayer estuvo en Irlanda del Norte, se pararon a dar la mano a un grupo de escolares y lo que llamó la atención fue la reacción que tuvo uno de los niños. Se puso eufórico”, informaba Marc Sala desde ‘La Hora de La 1’, destacando la llamativa reacción de uno de los pequeños sin poder contener la risa.
En las imágenes, entre las cientas de personas, un alumno pelirrojo parecía colapsarse por la alegría que sentía tras tener la oportunidad de estrechar la mano al rey Carlos III y la reina consorte. Claramente eufórico, el pequeño se miraba las manos entre gritos sordos provocados por la emoción y una gran sonrisa, todavía sin creerse lo que le acababa de pasar.
Acto seguido, miraba a los lados en busca de sus compañeros para compartir con ellos el emocionante momento que acababan de vivir tras haber estado durante horas esperando tras la valla para poder conocer al Rey.
?? La emoción de un niño tras saludar a Carlos III y la reina consorte
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— La Hora de La 1 (@LaHoraTVE) September 14, 2022