El sábado por la noche, mientras el expresidente Donald Trump terminaba un mitin político en Youngstown, Ohio, un sector de la multitud levantó todos los brazos en el aire y extendió un dedo.
Por Vice
Traducción libre de lapatilla.com
El extraño saludo se produjo mientras Trump volvía a difundir información sobre las elecciones de 2020 y el registro del FBI en su casa de Mar-a-Lago. La señal fue inmediatamente comparada con el saludo “Sieg Heil” utilizado por los miembros del partido nazi para saludar a Hitler. Algunos también dijeron que era en referencia al lema “America First” de Trump.
Sin embargo, para los seguidores de QAnon, el saludo con un dedo fue tomado como otra señal de Trump de que está en su esquina.
The crowd at the Trump rally holds up 1 finger in solidarity with the God Emperor so of course QAnon makes it all about themselves. pic.twitter.com/YysxD5Cp9d
— Poker and Politics (@PokerPolitics) September 18, 2022
Algunos miembros de la comunidad QAnon también afirmaron que el saludo con un dedo era una referencia a la frase “Donde vamos uno, vamos todos”, aunque de nuevo sin pruebas que respalden las afirmaciones.
Una rama de la secta incluso se atribuyó el mérito de iniciar el saludo: “Trump terminó su discurso con la canción “wwg1wga” de Richard Feelgood, que es una descarada referencia a Q”, escribió en su canal de Telegram Michael Protzman, el líder de la secta QAnon que predijo que JFK resucitaría. “Durante la canción, tuvimos un momento poderoso en el que nuestro grupo levantó un dedo. Una llamada a la unidad. El reconocimiento de nuestro único DIOS. Wwg1wga. Y más. Fue mágico y completamente imprevisto, ya que muchos de los asistentes se unieron a nosotros en este gesto. Un gesto para decir a este hermoso hombre: ‘Estamos contigo'”.
Protzman y su grupo estuvieron en el mitin, pero no hay pruebas de que fueran ellos los que iniciaron este saludo. Al igual que muchos incidentes, los adherentes de QAnon rápidamente reclamarán el crédito por algo que sucede en el mundo real después del hecho y lo encajarán en torno a su narrativa de que Trump está librando una guerra secreta para desbancar al estado profundo.
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