Las elecciones presidenciales brasileñas transcurren en España con normalidad y gran afluencia de votantes, que se manifiestan claramente divididos entre partidarios del ultraderechista Jair Bolsonaro y izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva.
La jornada se desarrolla tranquila, con “mucha participación y mucho interés”, explicó a EFE la cónsul general de Brasil en Madrid, Gisela Padovan. “Siempre hubo una buena participación, pero creo que este año, con tan discusión política, parece que hay más gente”, y es “muy importante para la democracia”, agregó.
En torno a 31.000 brasileños están registrados para votar en España, 20.000 en Madrid y 11.000 en la ciudad de Barcelona; el sufragio es obligatorio y presencial, con urnas electrónicas, lo que permiten el recuento automático y publicación inmediata del resultado tras concluir la votación.
La población brasileña en España es de 90.535 empadronados, según datos del Instituto Nacional de Estadística del 1 de enero de 2022.
Los comicios son también legislativos federales y, además, se eligen los gobernadores y parlamentarios de los estados, pero desde el extranjero solo se puede votar al presidente de la República.
La jornada electoral comenzó después de una campaña muy tensa entre los dos candidatos con más posibilidades de victoria: Bolsonaro, que gobierna desde 2019, y Lula da Silva, que ya fue presidente (2003-2010) y es favorito en los sondeos, e incluso podría ganar sin necesidad de una segunda vuelta.
Muestra de esa polarización electoral son los testimonios de algunos brasileños recogidos por EFE después de votar en Madrid.
Las encuestas que dan vencedor a Lula da Silva “están compradas, son mentirosas”, aseguró Henrique, de 56 años, que vive en España desde 2002. “Nuestro presidente (Bolsonaro) está defendiendo nuestro país, que fue muy destruido, castigado por la izquierda, que robó mucho”, enfatizó.
Valoró que Bolsonaro, “el presidente más querido del planeta”, hace “lo mejor” por Brasil, por “la libertad, la patria y la familia”, mientras que Lula da Silva se basa en “la propaganda y las falsedades”, añadió.
Por el contrario, Thales (37 años, siete en España) reconoció “claramente” que votó al candidato de izquierdas y denunció que el Gobierno actual es “sectario” y “no respeta a las minorías, las mujeres, el colectivo LGTBI…”
Espera que Lula acometa los cambios que no hizo en sus primeros mandatos, reprochó, como una reforma tributaria que favorezca a los menos pudientes.
Cristina (29 años, diez en España) aseguró sin ambages que no le gusta Bolsonaro y espera que su voto ayude a cambiar. “Cuando Lula era presidente -recordó- todo era más barato, ahora los precios han subido, Bolsonaro está acabando con la Amazonía, ha empeorado todo”, sintetizó.
EFE