Aún hay silencio. Los pasillos están solos al igual que sus aulas. Pero esa realidad cambiará este lunes 3 de octubre cuando los estudiantes se reintegren a sus clases habituales.
Por Pableysa Ostos/Corresponsalía lapatilla.com
Por una pequeña puerta entran y salen algunos representantes que están afinando los últimos detalles de las inscripciones. La infraestructura es grande, pero desde afuera se evidencia que por esta escuela no pasó la comitiva de la gobernación del estado Bolívar pintando o recuperando las áreas verdes.
El gobernador de Bolívar, Ángel Marcano, afirmó en un video publicado en sus cuentas de Instagram que “estamos en una ofensiva para la recuperación de todas las escuelas. El lunes se inicia un nuevo año escolar y queremos arrancar con escuelas dignas, con todos los servicios mínimos en buenas condiciones. En este sentido, estamos haciendo supervisión en todas las escuelas del estado”.
Pero esa supervisión no llegó a la Unidad Educativa Nacional Francisco Guedez Colmenares en Bella Vista, San Félix. La institución, que fue fundada en 1968, ha visto pasar cualquier cantidad de gobernantes, directores y estudiantes, mientras que el pasar de esos años no ha sido en vano.
La precariedad y el abandono estatal son evidentes, no solo en sus paredes, sino en cada uno de sus espacios.
A lo lejos se escucha a una mujer exclamar: “¡De tantas fotos que le han hecho a este colegio en los últimos años, ya se hubiera techado todo el techo con ellas!”.
Quien así se expresó fue una mujer con 34 años de servicio en la institución. Durante ese tiempo ha visto pasar a personal de la alcaldía, gobernación, Ministerio de Educación, empresas básicas y hasta periodistas, pero aún no consiguen ninguna solución al grave problema de infraestructura que padece la institución.
Alarmante
El techo está bastante deteriorado, ya que en algunas de las aulas es posible ver los rayos del sol a través de este.
Un salón está repleto de pupitres dañados a causa de la humedad. ” Cuando llueve esto es horrible. Para pasar por el pasillo, toca usar una sombrilla porque ya no hay casi techo. Todo se inunda”, denunció una de las representantes.
Suma que hay aulas en las que cuando llueve, tanto los alumnos como la docente deben “resguardarse” en una de las esquinas para no mojarse.
“Todos amuñuñados, pegados a la pared en una de las esquinas, porque esto se convierte en un río”.
A pesar de la situación, las maestras y maestros, siguen laborando con las uñas y a pesar de las adversidades. En algunas de las puertas de los salones ya se podía leer en un papel bond “Bienvenidos 6º A” acompañado de dibujos.
“Todo eso lo han venido realizando el personal docente de aquí, esfuerzo que se puede perder si llueve, porque todo se moja”.
Admiten que por la escuela han pasado hasta candidatos cuando andan haciendo campaña, han hecho propuestas y se han llegado a comprometer de “que si ganan, le echarán una mano a la institución. Después uno los busca cuando están en el poder para recordarles lo que prometieron y se hacen los locos”, denunciaron.
Cargar agua
Pero no solo falla el techo, también los servicios básicos. Más de 600 alumnos hacen vida en la escuela, en la cual se imparten clases desde preescolar hasta bachillerato. Para todos ellos solo hay disponibles dos baños-uno para varones y uno para hembras-.
Algunos estudiantes deben caminar hasta más de 8 metros de distancia para poder llegar a los únicos baños que funcionan.
“Algunos de los baños fueron inhabilitados, porque cuando llovía, las heces salían por la parte de arriba de las pocetas. Otros, porque los amigos de lo ajeno los fueron desvalijando, y lo que medio quedan son esos dos, los cuales tampoco están en las mejores condiciones. No llega agua a esos baños, así que a diario hay que cargar varios tobos con agua para lavarlo, bajar las pocetas, etc”, denunció una trabajadora del plantel.
Admiten que ya tiene más de 5 años en estas condiciones precarias. “Los muchachos no tienen ni dónde sentarse. No tenemos luz, esto está caótico”.
Hacer autogestión es otra limitante, ya que se pueden costear algunas cosas con ayuda de los representantes pero otras se escapan totalmente de sus manos por lo costoso que resulta y porque no todos los padres y representantes tienen los recursos para colaborar.
Llamado de auxilio
Las puertas también muestran un gran deterioro, las áreas verdes y hasta los bancos son el reflejo de la desidia chavista.
Tanto estudiantes como personal docente, administrativo y padres hicieron un llamado a las autoridades para que ofrezcan soluciones certeras.
“Estamos cansados de las fotos, queremos es soluciones porque este colegio es la opción de varias comunidades de la zona. Es admirable el trabajo que ejecutan los docentes y el personal que aquí labora, porque realmente no tienen las mejores condiciones para impartir las clases, y aun así hacen su mayor esfuerzo para educar a nuestros hijos”, destacó una docente.
Al salir, se cierra un pequeño portón blanco. Atrás se dejan puertas caídas, pupitres bañados, bancos de cemento rotos, monte, oscuridad y falta de agua, baños, ventilación y otras cosas más.
Este próximo lunes, esos espacios que hoy dejamos atrás, se llenarán de estudiantes. Para algunos serán sus primeros pasos por el colegio y para otros su último años escolar.