Alfredo Maldonado: Cuba & Venezuela, los dos ligaditos y algo más

Alfredo Maldonado: Cuba & Venezuela, los dos ligaditos y algo más

Lo aseguran esta vez las propias Naciones Unidas, en un Informe que nada tiene que ver con la señora Michelle Bachelet, es un Informe de la ONU como tal, que en Venezuela no sólo hay presos políticos, prisioneros sin acusación ni juicio, y torturas. El Informe va aún más allá, señala al propio Nicolás Maduro como responsable de esa situación.

Que es lo grave de la cuestión, que no sólo se reitera formalmente lo que venía informándose de la distorsionada situación del régimen venezolano, con cárceles y presos políticos, sino que se asegura la realización de torturas por parte de dos organismos de inteligencia, procedimientos gravemente violadores de derechos humanos de los cuales son igualmente responsables los integrantes de la más alta jerarquía del país.

La respuesta del régimen, Maduro incluído, es contundente: el más completo silencio, y eso incluye al alto mando militar. Y al país, no podemos olvidar que los hombres y mujeres que integran esos cuerpos militares ejecutores de torturas, tengan la jerarquía que tengan, son miembros de la ciudadanía venezolana, son padres, madres, hijos, hermanos de familias venezolanas, y que con el régimen que los comanda, por comandarlos, es responsable de ellos, y que es ese régimen, su cúpula, el que está empeñado en convencernos de que el país mejora.

Militares y civiles al mando, tal como los que mandan en Cuba. En Nicaragua y en otras tiranías –incluyendo la iraní que, apelando a Dios, Alá en tal caso, agrede a las mujeres como norma de acción e incluso las asesina- la situación es alarmantemente coincidente, se violan gravemente los derechos humanos de militares y civiles por el delito de no coincidir con el pensamiento oficial.

No lo dice la señora Bachelet, más preocupada aparentemente por mantener su carrera en la Organización de las Naciones Unidas, sino un equipo autónomo nombrado por esa misma organización y que no tiene, hasta donde podemos saber, compromisos con nadie en particular, ni siquiera con la lenta Corte Penal Internacional, a la cual informa pero de la cual no depende.

Con apagones de 12 horas o más, con feos edificios en construcción que sólo parecen formas de lavar dinero, con un país que en la práctica está en malas condiciones y un gobierno que parece no entender algunos cambios importantes que se están produciendo en el continente, con una economía varias veces reconvertida y que actualmente aguanta con dificultad la expansión del dólar, no es verdad que el país esté mejorando, aunque hay que reconocer que el régimen comienza a mostrar pequeños indicios de redireccionar las cosas, quizás pensando más en la extensión del mandato de Nicolás Maduro que en cambios de actitud. No es un cambio de ideología, es aceptar las circunstancias.

Mantener el silencio oficial ante la denuncia del grupo investigador de la ONU es aceptar el hecho, aceptar que es verdad que todo comienza en el propio Presidente, el cual debería entender también que el intercambio de unos ciudadanos estadounidenses presos sin procedimiento judicial, por un par de familiares ya sentenciados y presos aprovechando el derecho del Presidente de Estados Unidos a indultarlos, es sólo un pequeño paso con un coloso mundial que tiene una estrategia global, no sólo entre ambos países.

Incluso, que la Casa Blanca logre llegar a la liberación de Álex Saab, no significa que el Comando Sur se abrace con los militares venezolanos aunque persigan a los narcotraficantes en parte de Venezuela. Con Estados Unidos se está siempre dentro de una estrategia global, ningún acuerdo implica simpatía ni mucho menos solidaridad.

Es difícil jugar con el Diablo sin quemarse.

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