Cientos de familias separadas por el drama de la migración irregular se fundieron en abrazos, algunas después de más de 20 años sin verse, en un improvisado puente tendido en el río que demarca la frontera entre México y Estados Unidos.
Por TN
El evento “Abrazos, no muros” (“Hugs not walls”), organizado desde 2016 por organizaciones civiles estadounidenses que apoyan a migrantes indocumentados, reunió el sábado a integrantes de 210 familias que no se habían visto durante años.
El testimonio de las familias: “El abrazarlo es una satisfacción muy grande”
Epifanio Carrillo, un vecino de Ciudad Juárez que llevaba 16 años únicamente hablando por teléfono con su hijo Arturo, de 38, llegó muy temprano. En la mano llevaba escrito el número 144, el turno que le asignaron.
“El abrazarlo es una satisfacción grande, ese momento llena un hueco que existe en nuestros corazones como padres”, dijo llorando a la AFP el hombre de 75 años tras la esperada reunión.
Sonrisas y lágrimas, además de los cálidos abrazos, borraron simbólicamente la frontera entre las ciudades mexicana de Ciudad Juárez y la estadounidense El Paso.
Hasta la temida patrulla fronteriza de Estados Unidos cedió su vigilancia para el reencuentro, realizado a pocos metros del enorme muro que divide ambos países, en un área que habitualmente es de paso prohibido.
Lea más en TN