Los inmigrantes que fueron trasladados a Martha’s Vineyard el mes pasado como parte de la campaña del gobernador de Florida, Ron DeSantis, serán elegibles para solicitar visas destinadas a víctimas de crímenes que ocurren en Estados Unidos, según una abogada que representa a cinco de esas personas.
Por CNN
El mes pasado, dos aviones recogieron a 48 inmigrantes en San Antonio —no en Florida—, y los dejaron en Martha’s Vineyard, una isla ubicada frente a la costa de Massachusetts que durante mucho tiempo ha sido conocida como un destino elegante de verano para personas adineradas.
La medida, que provocó una rápida condena, fue una afrenta contra el gobierno de Joe Biden por sus políticas fronterizas y rápidamente provocó demandas y una investigación por parte de la Oficina del Sheriff del condado de Bexar, Texas, que incluye a San Antonio.
En las últimas semanas, Rachel Self, abogada que representa a cinco de esos migrantes, dijo que ha estado trabajado con la División de Crimen Organizado para coordinar y realizar entrevistas a las víctimas.
“Con ese fin, el lunes volé a San Antonio para reunirme con el sheriff, el jefe de su división de crimen organizado y otros miembros del departamento del sheriff para que todos los migrantes reciban las certificaciones necesarias para comenzar el proceso de solicitud de la visa U. No importa cuáles sean sus creencias políticas, todas estas personas son víctimas de delitos”, dijo Self en un correo electrónico.
La Visa U, como se la conoce, está destinada a “víctimas de ciertos delitos que actualmente ayudan o han ayudado previamente a las fuerzas del orden público en la investigación o enjuiciamiento de esos delito”, o que pueden ser útiles, según el Departamento de Seguridad Nacional. La visa permite que las personas permanezcan en Estados Unidos mientras ayudan a las fuerzas del orden público.
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