El personal de la Organización Mundial de la Salud en Siria ha acusado a su jefa de malversar millones de dólares, llenar de regalos a miembros del gobierno -como computadoras, monedas de oro y autos- e incumplir los protocolos de la propia agencia contra el COVID-19 cuando la pandemia golpeaba el país.
Por AP News
Miembros de la OMS dijeron a los investigadores que la representante de la agencia en Siria, la doctora Akjemal Magtymova, se comportó de forma abusiva, presionó al personal de la OMS para que firmara contratos con políticos de alto nivel del gobierno sirio y malgastó fondos de la OMS y de donantes de forma continuada, según más de 100 documentos confidenciales, mensajes y otros materiales a los que tuvo acceso The Associated Press.
Magtymova, ciudadana de Turkmenistán y doctora en medicina, declinó responder a preguntas sobre las acusaciones y dijo que no podía responder “debido a (sus) obligaciones como miembro del personal de la OMS”. Describió las acusaciones como “difamatorias”.
Las denuncias de al menos una docena de trabajadores han abierto una de las mayores investigaciones internas de la OMS en años, que en ocasiones requirió más de 20 investigadores.
La OMS confirmó en un comunicado que había una pesquisa en marcha, que describió como “prolongada y compleja”. La OMS declinó hacer comentarios sobre las supuestas infracciones de Magtymova debido a cuestiones de confidencialidad y protección del personal.
La oficina de la OMS en Siria tenía el año pasado un presupuesto de unos 115 millones de dólares para abordar problemas de salud en un país devastado por la guerra. En torno al 90% de la población vive en la pobreza y más de la mitad necesita ayuda humanitaria con desesperación.
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