Inteligencia artificial podría predecir lo que una persona quiere ordenar en un restaurante

Inteligencia artificial podría predecir lo que una persona quiere ordenar en un restaurante

Un proyecto quiere que los restaurantes sepan que puede pedir el cliente a través de la tecnología. Foto: Cortesía.

 

A través de inteligencia artificial una empresa quiere solucionar las dudas con las que llega un cliente a un restaurante y ofrecer la opción más cercana a lo que esa persona podría desear, teniendo en cuenta distintas variables.

Por Infobae





Este proyecto se está llevando a cabo en San Francisco, Estados Unidos, y su funcionamiento se basa en una IA que escanea al comensal que ingresa al lugar para luego mostrarle en una pantalla la opción que podría pedir.

Esto es apenas una sugerencia y todo basado en el menú del restaurante, pero es un paso importante para atrapar a los clientes y que ellos también tengan un margen menor de dudas al momento de saber qué comer.

Cómo es la IA que predice la comida

Ryadiant es la empresa encargada de este proyecto que espera implementarse a finales de 2023. Su proceso se basa en el análisis de cada persona y desde ahí realizar una predicción tomando el menú del restaurante como referencia.

“Para sobrevivir y prosperar en el futuro de las tiendas físicas, las marcas deben ofrecer una experiencia de cliente sin fisuras, cómoda, digital y personalizada; sin embargo, muchas se ven frenadas por las complejidades y alto precio de esos objetivos”, afirmó el responsable de la compañía, Bobby Marhamat, a Quartz.

El funcionamiento de esta inteligencia artificial se basa en la implementación de cámaras que están enlazadas a un sistema de análisis instalado en la entrada del lugar. Para realizar la predicción, el sistema toma varios datos como referencia, raza de la persona, edad, tamaño de su cuerpo, estado de ánimo, el género y la hora del día.

Para esto ve algunos aspectos como las arrugas en la piel y rasgos físicos. En el caso del estado de ánimo juega con algunas variables. “Lo que se identificó es que si está lloviendo y a alguien no le gusta la lluvia, camina con descontento, el estado de ánimo de su rostro se recoge como descontento”, comenta Marhamat.

“La experiencia del cliente en las tiendas físicas es increíblemente poderosa. Tienes mil oportunidades de causar mil impresiones en minutos. Cuando es perfecta, es mágica. El estado de ánimo adecuado, junto con la información correcta, en el momento oportuno, es una forma a prueba de balas de impulsar el compromiso, los ingresos y la fidelidad”, mencionan los encargados del proyecto.

Y ante tanta recolección de datos, salta de inmediato la duda sobre las políticas de privacidad del sistema, ante una posible venta de esa información o tratamiento inadecuado. Pero la compañía asegura que la inteligencia artificial no guarda ni vende ningún dato.

Un robot para tareas del hogar

Un equipo de investigación de la Universidad Carnegie Mellon ha desarrollado un método mucho más intuitivo que entrena y programa eficazmente a los sistemas con solo ver lo que hacen los seres humanos. Se trata de un algoritmo llamado WHIRL que busca capacitar a los equipos robóticos por medio de videos tutoriales.

Para las demostraciones han utilizado un brazo robótico común y corriente, pero que aprendió a realizar más de 20 actividades domésticas básicas, como abrir y cerrar cajones, neveras, microondas o sacar la basura de los contenedores. Lo interesante acá es que el objetivo es implementar este algoritmo en sistemas mucho más complejos.

Los investigadores de Carnegie Mellon afirman que, “La imitación es una buena forma de aprender, y conseguir que los robots se entrenen completamente observando directamente a los humanos sigue siendo un problema sin resolver en este campo, pero este trabajo da un paso importante para llegar esa posibilidad”.

Aunque para muchos este tipo de desarrollos parecen sacados de una película distópica de ciencia ficción, es un hecho que implementar este algoritmo y otro tipo de sistemas en elementos robóticos podrían mejorar la vida cotidiana de muchas personas, pues en un primer momento se prevé llevar esta nuevas innovaciones al sector de la asistencia médica, por ejemplo en centros geriátricos.