Resultados en Brasil: la nueva incursión del voto electrónico, por Luis Manuel Aguana

Resultados en Brasil: la nueva incursión del voto electrónico, por Luis Manuel Aguana

El solo hecho que resultara electo Presidente de Brasil, un individuo condenado y encerrado por corrupción, diría mucho de los sistemas de justicia y electoral de ese país. La historia de cómo un delincuente y expresidiario pudiera conservar sus derechos políticos para presentarse a una elección presidencial, con la pequeña ayuda del sistema judicial de Brasil, es algo que escapa al objeto de esta nota.

Pero lo que sí creo pertinente resaltar aquí, es que una vez que el expresidiario se encuentra en la papeleta electoral, lo que ocurra finalmente debería depender solo de lo que la voluntad de soberanía popular exprese, sin interferencias de ningún tipo, ya que si el pueblo verdaderamente desea ser conducido por un delincuente, a pesar de las fallas obvias de su sistema judicial, claramente nadie debería objetarlo.

Sin embargo, si este sistema electoral carece de una auditoría post mortem que permita verificar clara y físicamente esa preferencia del electorado, y en especial cuando el resultado final tiene una diferencia menor del 2%, entonces, esa elección estará seguramente en entredicho, por más mecanismos electrónicos “de prestigio internacional y de extrema fiabilidad” que posean (ver Voto electrónico en Brasil: 4 claves del mecanismo electoral que Jair Bolsonaro cuestiona, en https://www.perfil.com/noticias/internacional/voto-electronico-en-brasil.phtml).





En efecto, “…el estado brasileño impulsó la reforma del sistema de votación. Con ayuda del ejército, expertos informáticos desarrollaron el primer modelo de urna electrónica  usado en 57 ciudades en las elecciones municipales de 1996. El ensayo fue exitoso: el 67% de los votantes utilizaron estas máquinas en los comicios presidenciales de 1998, y en las elecciones siguientes el voto en papel se eliminó por completo. Brasil, en tanto, se convirtió en uno de los 23 países del mundo que usa urnas electrónicas en elecciones generales, según el Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA), mientras que otros 18 las usan en comicios regionales”.

Y esa fue la trampa del voto electrónico adonde han caído países de la importancia de Brasil en Latinoamérica (ver La trampa del Voto Electrónico: De escrutinios Manuales a Escrutinios Automatizados, en https://ticsddhh.blogspot.com/2013/11/la-trampa-del-voto-electronico-de.html), y que ha sido utilizada cada vez más por grupos interesados en cambiar los resultados electorales para llegar o quedarse en el poder, al sustituir el escrutinio manual por un escrutinio automatizado, sin posibilidad de verificación física, eliminando el comprobante impreso donde el elector verifica a través de sus propios sentidos si su decisión quedó perfectamente registrada en el sistema. Si la máquina o el sistema automatizado en su conjunto lo modifica, el comprobante podría –y debería- ser verificado posteriormente en una auditoria.

Lo anterior lo confirma la sentencia de la Corte Constitucional de Alemania del 3 de marzo de 2009 que prohíbe el uso de computadoras electorales: “108… La legitimación democrática de la elección exige la capacidad de controlar el proceso electoral, para así poder excluir o corregir manipulaciones y refutar sospechas injustificadas. Sólo ésto posibilita la confianza fundada en el debido orden de la conformación del órgano de representación. La obligación del legislativo y el ejecutivo de ocuparse de que el proceso electoral se conforme acorde a la Constitución y se realice debidamente no alcanza, por sí misma, para transmitir la necesaria legitimidad. Sólo si el pueblo electoral se puede convencer por sí mismo de la legalidad del acto de transferencia, es decir, que la elección se realice “ante los ojos del público” (cfr. Schreiber, Handbuch des Wahlrechts zum Deutschen Bundestag, 7. Ed. 2002, § 31 Rn. 2) se puede garantizar la confianza del soberano en la ocupación del parlamento acorde a la voluntad del elector, necesaria para el funcionamiento de la democracia y de la legitimidad democrática de las decisiones estatales” (resaltado nuestro) (ver Corte Constitucional Alemana, Sentencia 2 BVC 3/07 – 2 BVC 4/07 – Inconstitucionalidad del E-Vote, en https://tinyurl.com/2st6t7mc).

Por una extraña razón, que solo podría existir en las mentes de los políticos que han decidido el uso cada vez más intensivo de estos sistemas de “urna electrónica”, se ha puesto en las manos de los sistemas informáticos la decisión fundamental de dar los resultados de la decisión de un pueblo en elecciones. Y cualquier sistema informático puede ser cambiado a la voluntad de quienes los manejan y controlan, sin dejar ningún rastro. El sistema de “urna electrónica” es efectivamente un instrumento para votar, pero también para ser utilizado literalmente para el entierro de la democracia. Y como veremos a continuación, mucha razón tenía Jair Bolsonaro de desconfiar de estos sistemas.

Si hay algún país que ha sufrido de estos sistemas automatizados, ha sido Venezuela desde el 2004, año en que el régimen cambió la LOPE (Ley Orgánica de Procesos Electorales) y los reglamentos del CNE para ajustarlo al llamado “voto electrónico”. A pesar de que la máquina electoral en Venezuela todavía emite comprobantes, el voto válido es el que indica la máquina, no el que provenga de cualquier auditoria posterior que se le haga a una mesa electoral. Pero no relataré aquí la historia de ese sufrimiento que ya he detallado a través de los años en este blog.

Solamente me detendré en los indicadores que apuntan a un fraude masivo en las pasadas elecciones presidenciales de Brasil, específicamente en la primera vuelta, como el que siempre denunciamos en Venezuela, debido a la existencia de la misma tecnología que impide al elector tener el control auditable de su preferencia electoral.

En un muy reciente informe de fecha 29 de octubre de 2022, titulado “2022, Primera Vuelta brasileña, Elecciones Presidenciales, Análisis de Vulnerabilidad” (ver Reporte  completo en inglés, en https://tinyurl.com/mwax3azj), publicado en las redes, expertos forenses aplicaron la Ley de Newcomb-Benford al conjunto de números hechos públicos por el Tribunal Electoral de Brasil (TSE), “mostrando inconsistencias en la tabulación de votos en varias regiones del país” (ver Expertos forenses sugieren “banderas rojas” matemáticas en la primera vuelta de las elecciones presidenciales brasileñas, citando la Ley de Benford, en https://creativedestructionmedia.com/analysis/2022/10/30/breaking-forensic-experts-suggest-mathematical-red-flags-in-first-round-of-brazilian-presidential-election-cites-benfords-law/), y específicamente en 2.637 Zonas Electorales, como revela el Informe.

Para aquellos no familiarizados con este tema técnico, la Ley de Newcomb-Benford es una metodología matemática que se ha utilizado para detectar anomalías en grandes conjuntos de datos, siendo un indicador muy confiable que señala la posible manipulación de los datos para favorecer un resultado numérico, y en consecuencia es necesaria una auditoría a fondo de todo el proceso. Fue utilizada para detectar la manipulación dolosa de los reportes financieros de ingresos y ganancias de Enron en los EEUU, siendo aplicada exitosamente en el caso venezolano para detectar el fraude en los resultados del Referendo Revocatorio de Hugo Chávez del año 2004 (les recomiendo especialmente ver El poder de la Matemática, en https://youtu.be/IZNiFCvlbP8).

La sola aplicación de esta ley matemática y los resultados obtenidos en las elecciones de Brasil, dan lugar a que se inicie inmediatamente una investigación de fraude para las dos vueltas de la elección presidencial, así como la revisión a fondo de su sistema electoral automatizado. Es importante señalar que la publicación fue retenida “para su distribución después del cierre de las votaciones de la segunda vuelta para no interferir con la toma de decisiones electorales de los votantes ciudadanos brasileños” tal y como lo indica el Informe.

Es preciso aquí que los venezolanos recuerden que también se aplicó esa metodología a la elección presidencial del 8 de octubre de 2012 en Venezuela, dando como resultado una anomalía similar a la descrita en Brasil en esta reciente elección (ver La Naturaleza delató al CNE, en https://ticsddhh.blogspot.com/2012/12/la-naturaleza-delato-al-cne.html). De allí que sigamos afirmando que mientras se sigan utilizando sistemas informáticos como los que existen en Venezuela y Brasil, las elecciones nunca serán auténticas, dando paso cierto a la inestabilidad política, dándole paso a la permanencia o entronización de regímenes autoritarios y violadores de Derechos Humanos.

La publicación de este informe destaca que “las personas en Brasil no pueden informar sobre estos asuntos por temor a la persecución judicial”… “Como han informado recientemente tanto Fox News (ver Fox News https://twitter.com/foxnews/status/1586442776350162945como el New York Times, hay una clara indicación de que los tribunales supremo y electoral son parciales y reprimirán a cualquiera que investigue la integridad de las elecciones en Brasil o a los periodistas que brinden información que podría interpretarse como un cuestionamiento de la integridad de los sistemas electorales o las propias acciones de aplicación de la corte”. Cualquier parecido a nuestra realidad, ya comienza a ser una mera coincidencia en Brasil. La plaga rojo-rojita ya está en plena operación internacional y haciéndose sentir en nuestro gran vecino, por obra y gracia del voto electrónico…

Caracas, 1ro de Noviembre de 2022

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