El presidente Joe Biden viaja este jueves a Nuevo México para intentar salvar a los demócratas de la derrota en las elecciones de medio mandato de la próxima semana, que considera decisivas para la democracia estadounidense.
El mandatario prevé visitar una universidad pública de este estado del suroeste para elogiar su política a favor del acceso a la educación superior.
Recientemente Biden decidió eliminar parcialmente las deudas contraídas por millones de estadounidenses para ir a la universidad, una medida muy criticada por la oposición republicana por el costo que conlleva.
Biden “también mencionará las desastrosas consecuencias para la clase media estadounidense si los republicanos siguen adelante con su plan de privar a millones de personas del alivio de la deuda, mientras regalan 3 billones de dólares a los gigantes farmacéuticos, a las multinacionales y a los ultrarricos”, afirmó la Casa Blanca, resumiendo a su manera los proyectos económicos de los conservadores.
Los demócratas van a las elecciones del 8 de noviembre, que podrían costarles la mayoría en el Congreso, con dos mensajes: Joe Biden es a la vez el presidente de la clase media y el último baluarte de la democracia.
En estos comicios se renueva toda la Cámara de Representantes, más de un tercio del Senado, así como varias gobernaciones y cargos locales.
El presidente demócrata de 79 años sabe que se juega mucho en ellas y el miércoles por la noche pronunció un discurso sobre la democracia con tintes dramáticos.
Estimó que negando el resultado de las últimas elecciones presidenciales y amenazando con contestar las de la próxima semana los republicanos más radicales que defienden al expresidente Donald Trump podrían sumir a la primera potencia mundial en el “caos”.
Trump en Iowa
“Ya no podemos dar por sentada la democracia”, advirtió.
Biden también se esfuerza por presentarse, en este tramo final de campaña, como un presidente preocupado por las clases trabajadoras, frente a los republicanos, a los que acusa de defender a los ricos.
Pero tiene dificultades para que el mensaje llegue al electorado en un contexto de inflación galopante, que se nota al hacer la compra y en las gasolineras, anulando los efectos del fuerte crecimiento y el floreciente mercado laboral.
Los demócratas han perdido puntos entre el electorado popular, frente a la campaña liderada por los republicanos en torno a temas muy concretos: los altos precios y la delincuencia.
Donald Trump, omnipresente en la campaña republicana, viaja el jueves a Iowa, un estado rural y predominantemente blanco del centro norte que durante mucho tiempo ha sido considerado un “estado pendular”, es decir que se inclina hacia la izquierda o hacia la derecha dependiendo de los comicios.
Pero parece que, con el paso de los años, se decanta más por los conservadores.
Por el contrario, Nuevo México, adonde se dirige Biden, ha sido más bien un bastión de los demócratas. Pero allí también los conservadores están ganando terreno en la campaña para el cargo de gobernador, centrada en temas de seguridad.
AFP