Christine Jiaxin Lee llegó a Australia en 2012 proveniente de Malasia para estudiar ingeniería química en la Universidad de Sidney. Para ayudarla con sus primeros gastos, sus padres le abrieron una cuenta en el banco Westpac. Nadie podía imaginar en esos días que la joven estaba a punto de convertirse en millonaria por un error impensado.
Por: Clarín
Pasó sus primeros dos años en la ciudad viviendo como una estudiante común, que cursaba y avanzaba en su carrera sin llamar la atención. Todo cambió un día de 2014, cuando despertó y notó que el dinero en su cuenta bancaria se había multiplicado misteriosamente.
De contar con algunos pocos miles, ahora veía una fortuna por la que nadie le reclamara absolutamente nada. Fue un error bancario que la entidad financiera no advirtió en ese momento, le habían depositado más de 4 millones de dólares y ella podía utilizarlo con total libertad.
No le dijo nada a nadie y se fue rumbo a una tienda de ropa. Tomó algunas prendas, se dirigió a la caja y pagó con su tarjeta. La transacción fue aprobada y volvió a casa con una bolsa llena de camisas, vestidos y carteras de Chanel, Dior, Hermes y otras marcas de primera línea.
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