Ramón Pantoja, de 58 años, improvisó un muelle con neumáticos viejos y tablas para entrar y salir de su casa, que está inundada desde hace tres meses por un lago que no para de crecer.
Por Nicole Kolster / vozdeamerica.com
Vive al sur de Maracay, en el norte del estado Aragua, en un barrio que colinda con el Lago de Valencia, que amenaza constantemente con inundaciones.
“El agua creció a raíz de estas vaguadas que han caído y la laguna fue creciendo y creciendo y el agua se metió para acá”, relata a la Voz de América el hombre, en referencia a la atípica temporada de lluvias que ha anegado otras regiones.
La madre de Pantoja, Josefina Guzmán, de 79 años, está arrinconada en una pequeña salita, con un ventilador que espanta los mosquitos y el mal olor.
“Me asusté. En el cuarto de los varones están las camas en el agua y los colchones recogidos”, dice la mujer que está en un pequeño espacio donde hay un televisor, una estufa y unas sillas, con cualquier cantidad de objetos apilados para que no se mojen.
En las paredes hay fotos intactas de sus nietos. También un cuadro del Libertador Simón Bolívar y una foto del fallecido expresidente Hugo Chávez.