Todo empezó a los dos años con el diagnóstico de un cáncer embrionario. Luego, a los 15, una encondromatosis y un carcinoma cervical. Y así hasta 12 tumores.
Por ABC
A los 20 años un adenoma pleomórfico en la glándula parótida; a los 21, un sarcoma de células fusiformes; a los 24, bocio multinodular; entre los 20 y 24 años varios nevi displásticos, un lipoma y un pilomatrixoma, y entre los 20 y 28 años varios adenomas y adenocarcinomas en colon y recto. Hasta ahora que, con 36 años no tiene ningún tumor activo.
Su excepcional vida protagoniza un estudio publicado en la revista «Science Advances». En menos de cuarenta años, la paciente ha desarrollado doce tumores, al menos cinco de ellos malignos. Cada uno ha sido de un tipo diferente y en una parte distinta del cuerpo. Además, presenta manchas en la piel, microcefalia y otras alteraciones.
«Todavía no entendemos cómo pudo haberse desarrollado durante la etapa embrionaria, ni cómo pudo haber superado todas estas patologías», reconoce el investigador Marcos Malumbres, del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO).
Para Malumbres resulta especialmente llamativo el hecho de que los cinco cánceres agresivos desarrollados por la paciente desaparecieran con relativa facilidad. La hipótesis es que «la producción constante de células alteradas ha generado una respuesta defensiva crónica frente a estas células, y eso ayuda a que los tumores desaparezcan. Pensamos que potenciar la respuesta inmune de otros pacientes les ayudaría a frenar el desarrollo tumoral».
En cualquier caso, reconoce Carolina Villarroya-Beltri, primera autora del estudio, «el hecho de que esta persona haya sobrevivido al desarrollo embrionario y haya llegado a la edad de 36 años sigue siendo desconcertante y no tenemos una explicación».
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