Brittany Murphy era una de las grandes promesas de Hollywood. A su belleza y talento le sumaba un carisma natural, pero en 2009 sucedió lo peor: la actriz en pleno ascenso, fue encontrada a sus 32 años sin vida en el baño de la casa que compartía con su marido, Simon Monjack, y su madre, Sharon Murphy.
Por infobae.com
Nace una estrella
Brittany Anne Murphy nació el 10 de noviembre de 1977 en Atlanta, Georgia. Su madre, Sharon Murphy, y su padre, Angelo Bertolotti, eran a la vista de todos una pareja muy normal. Salvo por la ocupación de Don Bertolotti quien tenía algunos negocios “sucios” con la mafia ítalo americana. La familia se instaló en Nueva Jersey para que su padre no perdiera el contacto con sus hijos de parejas anteriores. O quizás el motivo real era que en esa ciudad llevaba adelante las actividades ilícitas de su organización.
El matrimonio de sus padres no iba a durar mucho. Se separaron cuando Brittany cumplió 2 años. De pequeña pareció estar muy decidida con el curso que le quería dar a su vida. A los 5 años les decía a todos que quería ser una estrella de cine. Su madre al ver que Brittany estaba tan dispuesta a cumplir con sus sueños decidió convertirlos en realidad y se mudaron a Los Ángeles. Fue el comienzo de algo que se mantendría invariable: una madre aparentemente dispuesta a todo por el triunfo de su hija.
En Los Ángeles su madre ayudó a fomentar los sueños hollywoodenses de Brittany contribuyendo a su formación como una artista completa. La anotó en ballet y por años la acompañó a esas clases que ocupaban casi todos los días de la semana. Brittany tenía un gran oído musical. Aprendió a tocar la trompeta y el piano, según ella misma, podía tocar cualquier instrumento con tan solo veinte minutos de práctica.
Siguió con todos los pasos que realiza una “niña que desea ser estrella”. Actuó en obras en el teatro regional y a los 13 años realizó sus primeros comerciales. Para esa época ya se hacía llamar Brittany Murphy y no Bertolotti. El mismo padre le ordenó que se cambiara el apellido cuando fue detenido por la ley Rico, una ley anti-mafia aprobada en 1970 por el Congreso de los Estados Unidos. Bajo esa ley fue sentenciado a 12 años de cárcel, Don Bertolotti quedó a la sombra pero su hija seguía buscando las luces del espectáculo.
Las luces se encienden
Su madre la acompañaba a casting y estaba atenta a cualquier oportunidad mínima que le permitiera alcanzar la deseada fama de Brittany. Durante un tiempo pareció que el destino le era esquivo. Llegaba como finalista de varias pruebas pero no era la elegida, o a conseguir papeles menores en la televisión y no mucho más. Hasta que en 1995 la eligieron para protagonizar su rol decisivo: Tai Frasier en “Clueless” (“Ni idea”), donde actuó con Alicia Silverstone.
Así, empezó a actuar más seguido y llegaron los films Girl, Interrupted (Inocencia interrumpida) donde trabajó junto a Angelina Jolie y Winona Ryder. También 8 Mile (8 millas) donde compartió elenco con el rapero Eminem. Luego coprotagonizó Don´t say a word (Ni una palabra) con Michael Douglas. Del thriller pasó a la comedia blanda en Uptown Girls (Pequeñas grandes amigas) junto a una entonces niña Dakota Fanning. En el 2005 protagonizó la taquillera Sin City (La ciudad del pecado) y en el 2006 explotó su faceta musical junto al DJ Paul Oakenfold lanzando el tema Faster Kill Pussycat, que fue éxito en varios rankings del mundo.
Cambios de look
Durante esa época comenzaron sus grandes cambios físicos. Cambió su color de pelo a rubio, con la esperanza de obtener más oportunidades de trabajo. Cada vez se la veía más delgada lo que provocó rumores de desórdenes alimenticios y algún coqueteo con las drogas. Pero según sus propias palabras nunca había probado sustancias ilegales en toda su vida, ni siquiera las había visto, era una chica que no salía mucho de su casa excepto por cuestiones laborales. Consultada por su silueta aclaraba que mantenía el mismo talle, que era su cuerpo y que se sentía muy sana al respecto. Sin embargo, a pesar de las aclaraciones y desmentidas, las habladurías seguían y crecían con más fuerza que su propia carrera.
Le llegó la oportunidad de protagonizar Recién casados. con Ashton Kutcher, una comedia romántica que si bien no fue un gran éxito, le sirvió para convertirse en la novia de Kutcher, el galán del momento. Salieron durante un año pero la relación no prosperó.
Brittany tenía una relativa carrera exitosa pero nunca llegaba a alcanzar el estatus de megaestrella al cual aspiraba. En los rankings de “las más lindas”, “las más sexies” siempre figuraba pero jamás en los primeros puestos. Algo que parece anecdótico pero en el competitivo mundo de Hollywood puede resultar devastador. Así fue que decidió realizarse una cirugía estética para mejorar la apariencia de su nariz; como recuerdo de su paso por el quirófano adquirió el mal hábito de tomar pastillas de prescripción médica.
Después del romance con Kutcher, Brittany tuvo amoríos con el manager Jeffe Kwatinetz y Joe Mancaluso, un asistente de producción. Pero en 2007 se casó con Simon Monjack, un guionista británico. El hombre no contaba con buena prensa. Debía más de 300 mil dólares por un crédito y se rumoreaba que usaba la fama de su mujer para intentar conseguir proyectos propios. Pese a estos comentarios el matrimonio se mostraba feliz, viviendo juntos y con la madre de Brittany, en la misma casa que, anecdóticamente, había sido de Britney Spears y Justin Timberlake.
Muerte repentina y misterio
El 20 de diciembre de 2009 a las 8:00, el Departamento de Bomberos de Los Ángeles respondió a “una solicitud médica” en la casa de Los Ángeles que compartían Murphy y Monjack. Aparentemente, la actriz de 32 años, se había derrumbado en su baño. Los bomberos intentaron reanimar a Brittany en la escena. Fue transportada al Centro Médico Cedars-Sinaí, donde murió a las 10:04 después de sufrir un paro cardíaco.
La noticia conmocionó a Hollywood. Lo que comenzó como un caso simple se transformó en todo un misterio, y en la actualidad aún persisten enigmas sobre su muerte.
Cuando se reveló la causa de la defunción de Murphy en febrero de 2010, el jefe adjunto Ed Winter, de la oficina del forense de Los Ángeles, declaró a la revista People que pudo haberse evitado. La causa principal fue una neumonía, y no se encontraron drogas ilegales en su organismo. Winter reveló que Murphy tenía previsto acudir a un médico, pero falleció antes de hacerlo. Ella tomaba fármacos, pero él cree que debió recibir tratamiento médico mucho antes. “No encontramos sustancias ilícitas o malas. Sí recuperamos parte de su medicación”, declaró el forense.
La muerte de Murphy fue declarada oficialmente accidental, ya que los elevados niveles de medicamentos que ingirió tuvieron efectos adversos en ella. Su marido, el productor de cine Simon Monjack, declaró a la revista People que ella visitó a un médico y que estaba tomando antibióticos, pero Winter rebatió esta versión de los hechos.
Su marido: un pasado cuestionable
Las autoridades nunca consideraron a Monjack como sospechoso de la muerte de Murphy. Pero su pasado siguió siendo objeto de escrutinio, ya que tenía un historial de presuntos fraudes con tarjetas de crédito y otros problemas financieros. Su acelerada relación con Murphy también sorprendió a varios de sus amigos. Aunque Monjack fue conocido como cineasta, su historial es escaso. Uno de los pocos créditos lo obtuvo al demandar a los autores de la película “Factory Girl” (2006), alegando que le robaron el guión.
Tras la muerte de Murphy, el director George Hickenlooper declaró en unos comentarios ya borrados en el sitio web Hollywood-Elsewhere, que Monjack no produjo “Factory Girl”, “Pasó a ser parte del proyecto a través de una demanda y robó $150.000 de mi presupuesto. Es un estafador. Cuando Brittany se casó le advertí sobre él al igual que varios otros”.
Hickenlooper dijo que intentó contactar con Murphy antes de su muerte para ver si estaba bien, pero Monjack presuntamente no permitió la comunicación.
Caridad incompleta
En febrero de 2010, dos meses después de la muerte de Murphy su madre, Sharon Murphy, y Monjack intentaron lanzar la Fundación Brittany Murphy con un evento benéfico. TMZ, el sitio web estadounidense dedicado a las noticias sobre celebridades, informó que Monjack levantó sospechas cuando se supo que cobraba una donación de 1.000 dólares por persona para asistir. Luego canceló el evento y alegó que fue porque “alguien de la familia estaba enfermo”.
Dos semanas después, TMZ comunicó que la fundación no presentó el papeleo adecuado para figurar como organización sin fines de lucro, es decir que no pudo haber solicitado donaciones benéficas. Incluso cuando TMZ intentó contactarlo, el sitio web de la fundación fue borrado. En una entrevista con la revista People, Sharon asumió la culpa del fiasco. Ambos afirmaron que fue una confusión por su dolor y falta de experiencia en ese sector.
La repentina muerte de su marido
El 23 de mayo del 2010, sólo seis meses después de la muerte de Brittany, Sharon Murphy encontró a Monjack muerto en la casa de su hija en Hollywood, donde ambos seguían viviendo. La autopsia reveló que murió de neumonía y anemia, las mismas causas de Murphy. La única diferencia fue que con Monjack no hubo intoxicación por fármacos.
El hecho de que ambos murieran de los mismos problemas médicos y tan cerca el uno del otro, causó más especulaciones en torno a la muerte de Murphy. El informe del forense sobre la muerte de Monjack contenía un dato que contribuyó a aumentar las dudas: Sharon Murphy dijo a los investigadores que compartió la cama con su yerno viudo. El informe sugería ninguna conducta sexual entre ambos, pero dormir en la misma cama ya es bastante extraño.
La teoría del moho
Dado que Murphy y Monjack mueren por las mismas causas, se sospechó que el moho en su casa de Hollywood fue el factor clave. Los investigadores ya habían considerado esta posibilidad tras la muerte de la actriz, pero como todo lo que rodea al caso, las cosas dieron un giro sorprendente.
Al responder a un informe de CNN sobre la teoría de que el moho pudo influir en ambas muertes, el forense Ed Winter dijo que no había “ninguna indicación” de eso. Y, de forma muy singular, Sharon Murphy emitió un comunicado que decía que ella “nunca le pidió personalmente al forense ni al Departamento de Salud que viniera a inspeccionar su casa en busca de moho”. Winter dijo que esa era “una absoluta mentira”, insistiendo en que habló con ella, con Monjack y con su abogado sobre el moho durante la investigación.
Posible envenenamiento, ¿accidente o asesinato?
En el 2013, el padre de Brittany Murphy, Angelo Bertolotti, dio a conocer los resultados de un informe de laboratorio externo que sugería que la muerte de su hija no fue un accidente. Encontró cantidades de metales pesados en la muestra de cabello de Murphy “en niveles superiores a la recomendación de niveles altos de la OMS”. El informe decía: “Si eliminamos la posibilidad de una exposición accidental simultánea a metales pesados en el donante de la muestra, la única explicación lógica sería una exposición a estos metales administrados por un tercero con probable intención criminal”. Pero la oficina del forense del condado de Los Ángeles negó todo esto, y un toxicólogo de la Universidad de Florida dijo para ABC News que los resultados de las pruebas de cabello no pueden utilizarse para apoyar una acusación de envenenamiento o “establecer una causa y forma de muerte”.
Pero eso no impidió que Bertolotti siga sospechando de un asesinato, y ya tenía un principal sospechoso. En una entrevista del 2014 con Examiner, dijo que creía que su ex mujer asesinó a su hija. Señaló que habían tres personas conviviendo en la misma casa, y que sólo una sobrevivió y pasó a beneficiarse económicamente. “El hecho es que la envenenaron y la asesinaron, en lo que a mí respecta”.
Aunque la muerte de Murphy fue declarada oficialmente accidental, después de todo lo ocurrido desde su fallecimiento, no es de extrañar que sigan existiendo preguntas.