Este largo período de lluvias incrementa la preocupación de productores de municipios foráneos que deben ingeniárselas para sacar sus cosechas y los habitantes que terminan incomunicados por tramos críticos en vialidad, señalan que derrumbes y falta de canalización de cauces empeoran las deterioradas vías de penetración agrícola. La desesperación los obliga a intentar resolver, colaborando para alquilar maquinaria y demás gastos que permitan despejar la carretera ante la falta de intervención gubernamental.
Antonio García, caficultor de Andrés Eloy Blanco, expresa que algunos ha tenido que pasar el café en burros o caballos en el tramo de Los Palmares, en Sanare. Se trata de un sector incomunicado por derrumbes. Así mismo tienen que hacer para llevar el café desde Mata Palo hasta Tierra Buena, vía con más de 10 años de abandono. Planean alquilar por 15 horas maquinaria, además de colaborar con combustible y comida. Sólo conocen de la intervención de la alcaldía desde Barro Negro hasta Sabana Redonda.
Señala García que los productores colaboran con café para comprar combustible, aceite y reunir los 150 dólares que deben disponer para alquilar un tractor de oruga hacia el sector de Caspo. Mientras, casi 200 habitantes pueden organizarse en “convites” con pico, escardillas y palas para la mano de obra. Lamenta casos tan graves como el café de la parroquia Yacambú, que es vendido en Portuguesa y no en Lara por la cercanía y mejor vialidad.
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