“El Gobierno actúa de manera irresponsable al reservarse este tipo de información”. Es la denuncia del gremio médico por el silencio que se ha mantenido ante los 22 casos de fiebre tifoidea registrados en centros de salud privados de Caracas, desde final de octubre de 2022. Además, denuncian deficiente control sanitario de establecimientos donde manipulan alimentos y la falta de disponibilidad de agua potable. Son las fuentes de contagio de fiebre tifoidea.
Guiomar López | LA PRENSA DE LARA
Les preocupa que no se cumpla un verdadero seguimiento epidemiológico a esta enfermedad que debe ser de reporte obligatorio semanal.
Los síntomas suelen empezar por fiebre intermitente y dolor estomacal que puede confundirse con dengue y complicarse. También provoca escalofríos y malestar en general a causa de la bacteria Salmonella entérica serovar typhi. Las amenazas de contagio están en alimentos contaminados o la manipulación de los mismos, sin el debido lavado de manos, además del consumo de agua que no sea potable.
Douglas León Natera, presidente de la Federación Médica Venezolana, señala que “el Gobierno de manera irresponsable no ofrece esta información”. Recuerda que a finales de la década de los 80 se sabían las cifras, las cuales tuvieron un ligero ascenso en el año 2003 y a partir de 2016 no se maneja la información epidemiológica al respecto. Esto permitiría conocer los focos y evitar rebrotes, así como implementar políticas de prevención e información a la colectividad.
Señala que la mortalidad es baja. Se debe confirmar el diagnóstico con exámenes de laboratorio y con especificaciones de hemocultivos, para administrar el tratamiento a tiempo para evitar la muerte.
Al revisar el contexto de un estudio elaborado por el exministro de Salud, José Félix Oletta, se aprecia un incremento significativo en el país de 565 casos en el año 1965 a 1.239 casos confirmados el año pasado, 2021. En lo que va del presente año 2022, el estudio registra 719 diagnósticos en el país.
Oletta, en su informe, destaca que la población está más vulnerable a la enfermedad porque hay poca capacidad de respuesta del sistema de salud, censura de información epidemiológica y falta de promoción de medidas de prevención de la enfermedad.
Para Jaime Lorenzo, presidente de la organización Médicos Unidos de Venezuela, es lamentable que el órgano rector de la salud no ofrezca las recomendaciones generales. Además de no exigir los permisos sanitarios, cursos de Manipulación de Alimentos y Certificado de Salud de los trabajadores de establecimientos de expendios de alimentos. “Se debe fiscalizar desde restaurantes lujosos hasta el vendedor de comida rápida en la calle”, sin olvidar a carnicerías que pueden propiciar la contaminación cruzada, al realizar cortes de carnes rojas sobre restos de pollo.
Destaca Lorenzo el derecho de la población a la información y atención médica inmediata al sentir fiebre o diarrea. El problema más frecuente es que el paciente llega tarde al especialista, luego de automedicarse y desconociendo que no se trata de cualquier antibiótico, porque la bacteria podría fortalecerse con el tratamiento equivocado.
René Rivas, titular de Colegio de Médicos en Lara, lamenta que tampoco manejan información y se trata de una enfermedad reemergente. “El Estado descuida la medicina preventiva y que no se tengan los diagnóstico a la brevedad”, refiere y lamenta de los riesgos a los que está sometida la población.
Los especialistas piden seguimiento desde el Ministerio de Salud.
Rodeados de caldos de cultivos
Las autoridades sanitarias deben vigilar las condiciones de salubridad en las comunidades. Según Rivas, la población sigue expuesta debido al almacenamiento de agua no potabilizada, fallas en la recolección de la basura y proliferación de ventas de comida en la calle.
Recomienda hervir el agua del consumo, lavarse las manos antes de manipular los alimentos y más aún, luego de hacer una necesidad fisiológica. Dice que no hay que mantener la basura por mucho tiempo, descomponiéndose cerca del hogar.
Llama a la prevención y a tomar conciencia de los riesgos de consumir comida rápida en puestos en la calle. Las amenazas están principalmente en el desconocimiento de la correcta manipulación de alimentos y falta de agua limpia para lavar los vegetales y el lavado de manos de cocineros y comensales.
Pide responsabilidad a la colectividad y control de las autoridades sanitarias.