Un par de funcionarios de la policía regional, sin motos, sin patrulla, sin radios de comunicación son los que están a cargo de la seguridad de la parroquia Canoabo, en el municipio Bejuma, del estado Carabobo.
Corresponsalía lapatilla.com
Esta parroquia, que está a unos 30 minutos de Bejuma en carro particular, se encuentra desamparada en cuanto a vigilancia policial respecta y tal quedó reflejado la pasada noche del 16 de noviembre, cuando las alarmas de este tranquilo pueblo se encendieron luego de que se corriera la información de que unos supuestos desconocidos merodeaban en la comunidad.
Ante esta situación, los lugareños se encontraron con que el único puesto policial, sólo tiene dos uniformados de la Policarabobo, y están a pie, por lo que tuvieron que llamar a la Policía Municipal y esperar que estos llegaran desde Bejuma, lo que generó más angustia entre los vecinos quienes a través de las redes sociales empezaron a hacer los llamados de auxilio.
Finalmente, los funcionarios llegaron, realizaron un recorrido y no encontraron a los referidos ciudadanos, pero lo que sí quedó en evidencia son las débiles políticas en materia de seguridad que tienen los gobernantes de turno, tanto municipal como regional, para esta localidad, conformada por unos 8 mil habitantes.
A la buena de Dios
“Tenemos un puesto policial cuasi-preventivo, la única garantía de seguridad que tenemos es la sola presencia de los dos funcionarios de la Policarabobo que de día hacen recorridos a pie”, refirió Javier Palencia, dirigente político y poblador.
Palencia indicó que, pese a ser Canoabo un pueblo estratégico que tiene una vía de acceso a la costa, tiene una universidad, el embalse de Canoabo y a diario acuden muchos vehículos de carga desde la costa a cargar combustible, la presencia policial es prácticamente nula.
“Estamos desamparados, la Policía Municipal no tiene presencia permanente. No queremos una sensación de seguridad, queremos estar seguros”, expresó.
Recordó que existía una moto, que la donó “el Pollo”, Enrique Salas Feo, en su último mandato, y con el tiempo se fue deteriorando y se quedaron sin unidad, patrullas dijo que no tienen desde hace unos 14 años. Refirió que la inseguridad reina en la vía Canoabo-Urama por lo que la gente se abstiene de hacer uso de la misma.
“Solicitamos presencia de los organismos de seguridad permanente y que estén dotados”, pidió.
En tal sentido, un grupo de canoaberos han organizado una mesa de seguridad para el próximo martes 22 de noviembre en donde enviarán a los organismos de seguridad de la zona para plantear las necesidades existentes en este pueblo turístico.