El ejército turco lanzó varios bombardeos en el norte de Siria que dejaron al menos 12 soldados muertos, tanto de las fuerzas kurdas como de los movimientos favorables al régimen, indicó la oenegé Observatorio Sirio de los Derechos Humanos.
Los ataques se producen apenas unos días después de que Turquía acusara al Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) del atentado que causó seis muertos en el centro de Estambul el pasado domingo.
“Ha llegado la hora de ajustar cuentas. Los bastardos deberán rendir cuentas por sus ataques pérfidos”, tuiteó en la madrugada del domingo el Ministerio de Defensa turco junto a una imagen de un avión despegando para una operación nocturna.
“Los nidos de terror son arrasados por ataques de precisión”, añadió en otro mensaje en Twitter junto a un video que muestra cómo se fija el objetivo de un blanco, que estalla poco después.
El ministerio no ofreció detalles sobre la operación ni precisó su ubicación, pero las fuerzas kurdas denunciaron ataques aéreos de las fuerzas kurdas contra varias ciudades del norte de Siria, entre ellas Kobane (noreste).
“Kobane, la ciudad que derrotó al Estado Islámico, está siendo bombardeada por la fuerza aérea de ocupación turca”, advirtió en Twitter Farhad Shami, portavoz de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), aliados del PKK en Siria.
De acuerdo con el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), los bombardeos turcos se dirigieron a posiciones de las FDS en las provincias de Alepo (norte), donde está Kobane, y de Hasaka (noreste), indicó su director Rami Abdel Rahman a la AFP.
El ejército turco también bombardeó posiciones de las fuerzas del régimen sirio de Bashar al Asad en las gobernaciones de Raqqa y Hasaka, añadió.
En total, los bombardeos mataron a seis miembros de las FDS kurdas y a seis soldados del régimen, según el OSDH.
Turquía considera a las Unidades de Protección Popular (YPG) -el principal componente de las FDS- una extensión del prohibido PKK.
Tanto el PKK como las YPG desmintieron su implicación en el atentado de Estambul.
El ministro turco de Interior, Suleyman Soylu, acusó directamente a las YPG de ser responsables del ataque y dijo que “la orden del atentado fue dada desde Kobane”.
Esta ciudad siria de mayoría kurda situada cerca de la frontera turca fue capturada por el grupo yihadista Estado Islámico a finales de 2014. Los combatientes kurdos expulsaron al grupo a principios del año siguiente.
El departamento de Estado de Estados Unidos había expresado el viernes el temor a “una eventual acción militar de Turquía” y desaconsejó a sus ciudadanos viajar al norte de Siria e Irak.
AFP