La Guardia Revolucionaria de Irán volvió a bombardear este martes con drones las sedes y campos de desplazados gestionados por el Partido de la Libertad del Kurdistán (PAK), opositor a Teherán, en el norte de Irak, anunció la propia agrupación.
“Por tercera vez en dos meses, nuestras bases han sido destruidas por Shahed-136, un dron explosivo letal”, dijo el PAK en su cuenta oficial de Twitter.
Según el representante del PAK para la Unión Europea, Michael Arizanti, también se emplearon misiles contra las bases, pero los ataques no provocaron muertes ni heridos, dijo en la misma red social.
El partido opositor kurdoiraní, con base en el Kurdistán iraquí, denunció que las bases bombardeadas en la localidad de Altun Kupri, en la provincia de Kirkuk, están en zonas civiles.
Asimismo, dijo que la zona es “el frente de defensa más importante” contra el grupo terrorista Estado Islámico, y que los ataques están provocando la pérdida del territorio disputado con los yihadistas, que podrían “resurgir” a causa de la inestabilidad en esta área del norte de Irak.
Tras los bombardeos, el PAK denunció también que drones de reconocimiento iraníes sobrevolaron los campos de refugiados gestionados por el partido, que acogen mayoritariamente a mujeres y niños, algo que interpretó como la antesala de otra agresión inminente.
Irán ha bombardeado zonas kurdas en el norte de Irak desde el comienzo de las protestas que sacuden el país desde la muerte el 16 de septiembre de la joven kurda Masha Amini, y acusa a grupos kurdos de tratar de supuestamente apoyar las protestas y tratar de aprovechar el caos para fines propios.
Ante esta escalada, el Ministerio de Exteriores iraquí y el Gobierno regional kurdo han condenado estas acciones y amenazado con “tomar medidas diplomáticas de alto nivel”, al considerar estas acciones un “ataque contra la soberanía de Irak”.
Los kurdos son la minoría étnica más numerosa sin Estado propio, integrada por 30 millones de personas repartidas principalmente entre Turquía, Irán, Irak y Siria. EFE