Existe la organización en su nombre Jacinto Convit (https://www.jacintoconvit.org/), inspirada en la visión de generar impacto social a través de la ciencia y que cuenta con un equipo multidisciplinario de profesionales que trabajan con compromiso, comunicación y diversidad de capacidades para ayudar a quienes más lo necesitan e impactar positivamente en nuestra sociedad.
Pero las ciudades venezolanas le dan la espalda al no tener, al menos cada una de las capitales de los estados una avenida con su nombre.
Más allá de este claro ejemplo de Convit, hay personas que dedicaron su vida a ayudar al prójimo, más allá de hacer eficientemente su trabajo. Son los héroes de pie, de calle y quienes evidentemente pasan inadvertidos. Vamos a empezar a nombrarlos, para ver si algún gobernante local o regional es capaz de mencionarlo, tomarlo en cuenta y rendirle el debido reconocimiento.
Humberto Albarrán Morillo es periodista, relacionista público de dilatada trayectoria dedicado a promocionar la cultura y lo que es su gran pasión, el turismo en el Zulia. Podemos asegurar sin temor a equivocarnos que Albarrán Morillo ama al Zulia por encima de todas las cosas.
Este periodista ve a la comunicación como un apostolado defendiendo los valores del Zulia. Es fundador y presidente de Prensa Turística Nacional, una organización que reúne a los periodistas del área del turismo para promocionarlo a través de la radio, revistas, páginas web y eventos.
Humberto Albarrán siempre busca estar presente en los grandes acontecimientos culturales del Zulia, esos que enaltecen a la región y organiza eventos para promocionarlos. Es devoto de La Chinita y no solo se acuerda que existe en tiempos de Feria, creó el Círculo de Periodismo Turístico en el Colegio Nacional de Periodistas – seccional Zulia para convencer a los colegas que la tarea empieza por conocer, querer e impulsar al estado y siempre anda pensando de recordar las grandes fechas como el cumpleaños del Lago de Maracaibo para rendirle sagrado homenaje. Cada año realiza un evento del Día del Lago, bien sea foro o cita musical. Este año lo celebró en el Teatro Baralt junto con la Universidad del Zulia y presentó artistas regionales y tuvo un lleno total. Moisés Medina, Harold Zavala, danzas zulianas y otros lo acompañaron para destacar que el Lago es primer pilar al cual se debe preservar por encima de todo.
Fue presidente del Colegio de Relacionistas Públicos del Zulia y le dio un vuelco a los relacionistas como rol profesional, al dignificar este trabajo.
Es gran amigo de la iglesia Católica. El templo Santísimo Sacramento de la urbanización Las Lomas se debe, entre otros, a Humberto Albarrán Morillo, uno de sus promotores. En fin, en todo aquello que dignifica al Zulia Albarrán Morillo dice presente. Organiza, llama a la gente, invita a compartir lo bueno del lar y pocas veces acepta un no. Pero es un hombre de gran corazón en todos los sentidos. Noble y desprendido de cuanto posee como persona de la clase media marabina.
En sí mismo es un promotor ad hoc que nos enseña con su ejemplo. Y persevera y persevera hasta conseguir su objetivo de que primero, segundo y tercero es lo nuestro acá en el Zulia, como buen hijo de la parroquia Santa Lucía, de Maracaibo.
En muchas ocasiones de su escaso bolsillo hace un trabajo de promoción que con creatividad logra el éxito que muchos con la fuerza del dinero no lo logran.
Es necesario destacar que hay personas en la comunidad valiosas como Humberto Albarrán Morillo, quien pone su grano de arena para hacer un trabajo de hormiguita en favor del Zulia, sin pedir nada a cambio, ni siquiera reconocimiento.
Para cualquier comentario:
@angelmontielp
angelmontielp@gmail.com