Bielorrusia se ha retirado de una parte del Pacto Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos que permitía que las víctimas de violaciones de los derechos humanos acudieran directamente a una instancia de la ONU para buscar justicia, dijo hoy la organización.
Ese paso podía darse una vez que el demandante había agotado los recursos legales internos.
El Comité de Derechos Humanos de la ONU, que vigila el cumplimiento de ese Pacto, lamentó el paso dado por el Gobierno bielorruso, tradicional aliado político de Rusia, y ahora también su aliado militar en la guerra contra Ucrania.
Hasta ahora, el Comité estaba habilitado para recibir las denuncias de ciudadanos bielorrusos contra el Estado. Al respecto, su presidente, Photini Pazartzis, consideró que este cambio “es un desafortunado retroceso en la defensa de los derechos protegidos por el Pacto”.
Bielorrusia había ratificado en 1992 un protocolo opcional al Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos -el mayor instrumento legal en esta materia y el más extendido- que permitía que el Comité examinara casos individuales.
Desde entonces ha recibido cientos de denuncias de bielorrusos por violaciones a los derechos de expresión, de reunión pacífica, a un juicio justo en casos de pena de muerte, entre varios otros.
Bielorrusia ha decidido apartarse de la obligación que asumió hace treinta años “sin ofrecer ninguna explicación y sin haber entablado consultas previas con entidades de la sociedad civil”, indicó el Comité en un comunicado.
El abandono de Bielorrusia del protocolo entrará en vigor el próximo 8 de febrero, tres meses después de haber notificado a la ONU de su decisión.
EFE