La dinámica actual del coronavirus en Alemania es lo que ha hecho al virólogo Christian Drosten concluir que es el “signo del próximo final de la pandemia”. A pesar de que a principios de octubre un rápido aumento de casos hiciera que en una sola semana creciera en un 50% el número de camas ocupadas por pacientes COVID, el experto asegura que “la situación del virus se está volviendo precaria”.
Por Diario AS
La postura de Drosten se fundamenta en que, a diferencia del principio de la pandemia, ahora algunos “pequeños factores” son suficientes para acabar con una ola. Por ejemplo, “un cambio en el clima”: la especie que había hecho que aumentaran los casos desde finales de verano, a partir de la segunda quincena de octubre sufrió una bajada inmediata de casos, de acuerdo a las declaraciones del virólogo —recogidas por el medio alemán Merkur—.
Ese descenso tan repentino llegó en un contexto en el que las medidas de protección no son “importantes”. Y es que, por el momento, la única medida obligatoria en esta materia que es igual en los distintos estados federados (länder) que componen el país es la de llevar mascarilla FFP2 en trenes y autobuses de larga distancia. A nivel local, decide cada uno de los 16 estados.
Pero ahora se aproxima el invierno. Y, con él, el frío y una mayor transmisión de virus respiratorios, como la gripe o el coronavirus. En este sentido, Drosten contempla dos posibles escenarios, dadas las dos variantes de Ómicron que están cogiendo fuerza en este momento: BF.7 y BQ.1.1. Esta última, también conocida como “perro del infierno”, tiene un “escape inmune adicional”. Es decir, es más resistente a las vacunas que otras variantes. Sin embargo, el virólogo también ve posible que suceda una “suave ola de invierno” durante los próximos meses.
La importancia de las vacunas
Además, ha defendido la importancia de las vacunas en este aspecto. Fue gracias a estas que la ola de Ómicron del pasado invierno fuera tan suave: “Omicron no es leve, eso es un gran error”, ha expresado. A diferencia de otros lugares, en Hong Kong todavía no se había inoculado una inmunidad resistente a esta variante y, por ello, “hubo muchas, muchas muertes”, porque se trataba de una “población desprotegida”.
Pero, ahora que se han extendido más las vacunas y que gran parte de la población se ha contagiado de la enfermedad, al menos, en una ocasión, el riesgo a la hora de enfermar en el futuro es menor, señala el experto. “Cuando un nuevo virus se encuentra por primera vez con una población adulta desprotegida, hay reacciones inmunológicas impredecibles”; como vimos al principio de la pandemia. Sin embargo, “con los virus endémicos, te infectas por primera vez en la infancia, por lo que la reacción inmunitaria es diferente. Esto pronto también se aplicará al Sars-CoV-2?, ha concluido.
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