El hombre que atravesó el terreno con una bandera arcoíris y una camiseta de apoyo a las mujeres iraníes y a Ucrania, el lunes durante el partido Portugal-Uruguay del Mundial-2022, fue rápidamente liberado, precisó este martes una fuente local a la AFP.
Ninguna medida parece haber sido tomada contra este italiano llamado Mario Ferri y apodado “El halcón”, según esta fuente.
Ferri, nacido en 1987, es un habitual de este tipo de acciones en los estadios. En el Mundial-2014, en Brasil, entró en el terreno durante el duelo Bélgica-Estados Unidos con una camiseta que llevaba las inscripciones “Salven a los niños de las favelas” y “Ciro Vive”, en homenaje a un aficionado del Nápoles fallecido poco tiempo antes, según la agencia italiana AGI.
En su cuenta Instagram, colgó imágenes desde el interior del estadio de Lusail, en Doha, la última en el descanso.
Es la primera vez que un partido está marcado por una intrusión así desde el inicio de la competición organizada en Catar, que ha recibido muchas críticas occidentales respecto al tratamiento de las personas LGBT+. La homosexualidad puede ser perseguida penalmente.
En el minuto 52 del partido, tras haber atravesado el terreno corriendo durante alrededor de medio minuto, delante de los jugadores, el hombre fue derribado por un funcionario del estadio y escoltado por la seguridad fuera del terreno.
El ciudadano italiano llevaba una camiseta con el logo de Supermán por delante con una inscripción de apoyo a Ucrania, “Save Ukraine” (“Salven a Ucrania”), y en la espalda un mensaje en favor de los mujeres iraníes (“Respect for Iranian Woman”).
La escena solo fue mostrada furtivamente por la televisión.
“Sabemos lo que pasa alrededor del Mundial. Seguro que estamos con ellos, con Irán también, con las mujeres iraníes. Espero que no le pase nada a este chico, ya que comprendemos su mensaje y pienso que el mundo lo comprende también”, había comentado el portugués Ruben Neves tras el partido.
Si la FIFA aseguró que las banderas o la ropa con los colores del arcoíris serían aceptado en los estadios, en realidad, han sido confiscados en varias ocasiones por las fuerzas de seguridad.
AFP