Técnico interino promocionado al frente de Argentina, Lionel Scaloni se convirtió este domingo en campeón del mundo, dando a la ‘Albiceleste’ su tercera estrella. Ahora, el modesto y discreto piloto de la Scaloneta ya es una leyenda entre los entrenadores argentinos.
Ser comparado con un simple conductor de un bus donde los hinchas, al principio desafiantes, serían invitados a subir con el paso de los éxitos, resume la inesperada trayectoria de este exdefensa internacional, antiguo asistente de Jorge Sampaoli en el Mundial-2018.
Porque Scaloni (44 años), nativo de Rosario como Lionel Messi, tuvo que convencer a los escépticos y sobre todo a las estrellas de la selección antes de erigirse como el tercer técnico en llevar a Argentina a lo más alto del mundo, después de César Luis Menotti (1978) y Carlos Bilardo (1986).
Sin embargo, al DT no le gusta ser el protagonista y el concepto de Scaloneta le hace sentir “incómodo”, afirmó, aunque agradeció a los apasionados aficionados su “cariño”.
“La emoción forma parte de nuestra cultura, de todo lo que se puede vivir en Argentina”, reflexionó el sábado antes de la final. “El fútbol es un deporte pero en Argentina, aunque es difícil de entender, es mucho más que un deporte”.
– “Trabajo sucio” -Esta desbordante pasión explica las críticas que acompañaron su designación en 2018, primero como interino, después de la marcha de Sampaoli tras la eliminación del Mundial ruso, en octavos de final contra Francia (4-3).
“No puede dirigir ni el tráfico”, se burló la leyenda Diego Maradona ante los medios.
El exlateral con 7 internacionalidades entre 2003 y 2006, un jugador “acostumbrado al trabajo sucio” en sus propias palabras, nunca había sido entrenador principal en un club antes de su nombramiento. Hace poco renovó hasta 2026.
“Su forma de comunicar, de tratar a los jugadores, de plantear, es realmente suya, sabe preparar los partidos bien, los lee bien”, lo defendió Messi.
Modesto, discreto, estudioso, cercano a los jugadores que le aprecian, Scaloni ha logrado poner en el camino del éxito a una Argentina que llevaba sin levantar un título desde 1993, con tres trofeos en un año y medio: primero la Copa América de 2021, luego la ‘Finalissima’, partido de gala contra la Italia campeona de Europa en el verano de 2022 (3-0), y finalmente la apoteosis en forma de título mundial este domingo.
Todo ello practicando un fútbol emocionante y haciendo que su equipo estuviera invicto durante 36 partidos consecutivos, a uno del récord de Italia (2018-2021).
Para ello, Scaloni echó mano de otra generación, incorporando a decenas de jugadores en tres años y dando una segunda juventud a Ángel di María y la sonrisa a Messi (35 años).
– “Dio opciones a Messi” -“Ha contribuido a mostrar a jugadores como (Nahuel) Molina, Cristian Romero, Lisandro Martínez y (Alexis) Mac Allister, que dan a la selección argentina su identidad y, sobre todo, dio a Messi opciones de juego que no tenía en la anterior Copa del Mundo”, analizó para la AFP el exdelantero Jorge Burruchaga, campeón del mundo en 1986.
La final del Mundial ganado este domingo a Francia en los penales era la sexta que disputaba Argentina, pero Scaloni rechazó compararse con sus ilustres antecesores en el banco albiceleste.
“No puedo ponerme a la altura de gente que ha hecho historia en el fútbol. Ya jugar la final para mí es un privilegio”, declaró antes del partido.
Para algunos, reúne las capacidades tácticas de Menotti y el pragmatismo de Bilardo.
Y ni siquiera la sorprendente derrota contra Arabia Saudita (2-1) al inicio del Mundial desvió de su rumbo al flemático Scaloni, a pesar de la alarma en todo el país. Lo único que hizo fue introducir en el once a Julián Álvarez.
“Hay que tener un poco más de sentido común. Es solo un partido de fútbol”, lanzó tras la derrota. “Es difícil hacer entender a la gente que mañana sale el sol, ganemos o perdamos”.
Como para darle la razón, seis victorias siguieron a ese discurso y el domingo en el estadio de Lusail Scaloni consiguió algo que ni Menotti ni Bilardo lograron: un doblete Copa América-Mundial.
AFP