Vi el último juego del mundial en un sitio tranquilo, donde los otros 63 juegos pasaron sin pena ni gloria, siendo que la mayoría de los parroquianos extrañamente ignoraban la pantalla, dándole preferencia a sus conversaciones… o la comida que preparan a nivel de excelencia los chefs.
Sin embargo ese ambiente pachorro desapareció en el juego de Argentina contra Francia: ¡hubo un lleno total con gente que aplaudía las jugadas… pitaban al árbitro y evidentemente gozaban su juego!
Ese cambio tan drástico me lo explicaba un experto en mercadeo quien atribuía el origen del gentío en que para los otros partidos las RR. SS. habían segmentado los mensajes dedicando los provenientes del mundial y la FIFA… solo a los usuarios que por lo general siguen con mayor preferencia las ligas europeas y algunas hispanoamericanas.
Ese público me acotaba el amigo… no es muy grande… aunque a la mayoría le gusta ver quién gana el mundial… y comentar como si fueran expertos.
Mi caso ejemplariza lo dicho por el experto en mercadeo: a mis redes llegan por cientos los mensajes partidos de la política… algunos videos del motociclismo o la F 1… y comentarios de filósofos.
Pero nada o casi nada del fútbol.
Bien: el caso es que cuando ganaba fácilmente Argentina en el primer tiempo… el público aplaudía a rabiar a Messi. Y yo pensé que todos iban a ese equipo.
Esa falsa percepción se modificó cuando Francia igualó… y parte del público… muchos en realidad… aplaudieron y patalearon el piso. Lo cual me puso a pensar sobre lo voluble que son las masas y en especial nosotros los venezolanos.
Terminado el encuentro con la Argentina Campeón Mundial alguien se acercó a nuestra mesa para comentar que el fútbol ahora tenía un nuevo rey… obviamente se refería a Messi.
Yo asentí pero añadiendo que tal vez en el fútbol Leonel podría ser rey… hasta que salga un relevo… pero que a corto plazo es posible que lo candidateen a Presidente de la Argentina… si él acepta.
Y no se trata de algo disparatado porque hace pocos días en las redes y algunos medios venezolanos… ante lo pachucho que es el arranque del proceso primario en la o las oposiciones… comenzaron a impulsar quien sabe con qué fin al Conde del Guácharo… como posible Presidente.
Disparatada esa candidatura como digo no lo es… tomando en cuenta que Benjamín Rausseo ya se presentó en otra elección donde salió muy mal parado porque el electorado lo consideraba “candidato folklórico”… al no presentar ni diagnóstico ni soluciones para el país que pretendió presidir.
Sin embargo y de terminar en algo concreto la candidatura de El Conde… disparatados serían lo que votaran por ese ciudadano. Lo cual en este mundo tampoco nos debe extrañar si uno ve quién era el señor Volodímir Zelensky antes… o quién era Beppe Grillo en Italia cuando se candidateó para presidente.
En Argentina y para no perder el hilo, es posible que un electorado empobrecido y fastidiado de las historias que precedieron las candidaturas de Cristina Fernández o de Mauricio Macri… termine votando por Messi… si los poderes de ese país se lo proponen.
En Venezuela donde tras décadas de lavado cerebral… antes de cada elección… la situación no mejora… y dónde opositores que salieron al exterior con lo que llevaban puesto… ahora son ricos… es posible que algunos burlones vean en el Conde una posibilidad… aunque no tenga ni de lejos los votos que podría tener Lionel Messi en la Argentina.
Y ese peligro para la democracia cada vez más desprestigiada por culpa de los supuestos demócratas… seguirá hasta que frente al estado general de las cosas se le enfrente un grupo sólido.
Sólido en lo intelectual… en lo ético y en la moral particular de sus directivos… y en lo patriótico.
Grupo que no puede ser mediático sino organizado en todo el territorio. Nuevamente hay tiempo.
FELIZ NAVIDAD.