Luego de su victoria electoral el 1 de noviembre, obtuvo un mandato para formar un gobierno respaldado por dos partidos judíos ultraortodoxos y un bloque de extrema derecha.
Por infobae.com
El primer ministro israelí electo, Benjamin Netanyahu, informó al presidente Isaac Herzog que consiguió formar gobierno, anunció la presidencia del país el miércoles.
“Le informo que he podido formar un gobierno”, señaló un comunicado de la oficina de Netanyahu, difundido apenas media hora antes de que expirara el plazo para alcanzar un pacto con otras formaciones. La presidencia israelí confirmó a la agencia de noticias AFP que Netanyahu había “llamado” a Herzog para informarle de la noticia.
Asumiría el poder por tercera vez desde la década de 1990, con una administración que se espera sea la más conservadora en la historia de Israel.
Luego de su victoria electoral el 1 de noviembre, Netanyahu obtuvo un mandato para formar un gobierno respaldado por dos partidos judíos ortodoxos y un bloque de extrema derecha.
El futuro gobierno reemplazaría a la coalición ideológicamente dispar encabezada por el primer ministro centrista Yair Lapid.
Netanyahu, que lucha contra las acusaciones de corrupción en los tribunales, cumplió un récord de 12 años como primer ministro hasta marzo de 2021, después de un período anterior de tres años a fines de la década de 1990.
Algunos analistas políticos habían pronosticado que Netanyahu, de 73 años, podría anunciar un nuevo gobierno rápidamente, dado el terreno ideológico común entre su partido derechista Likud y sus socios.
Pero las conversaciones se prolongaron y Netanyahu se vio obligado a hacer malabarismos con las demandas de altos cargos en el gabinete.
El presidente Isaac Herzog inicialmente le dio a Netanyahu hasta el 11 de diciembre para acordar un gobierno. Antes de ese plazo, Netanyahu pidió dos semanas más, el máximo permitido.
Un gobierno estable de derecha pondría fin a un período sin precedentes de estancamiento político que obligó a celebrar cinco elecciones en menos de cuatro años.
El líder del partido ultraortodoxo Shas, Aryeh Deri, es un jugador clave en el nuevo parlamento al que se le han prometido las carteras de interior y salud.
Pero según el fiscal general Gali Baharav-Miara, Deri no puede formar parte del gabinete debido a condenas anteriores por delitos fiscales.
Se espera que el Parlamento apruebe una legislación para eliminar ese obstáculo, pero aún no lo ha hecho a pesar de que Netanyahu y sus aliados controlan 64 de sus 120 escaños.
El fiscal general de Israel ha emitido una dura condena de la agenda legislativa del futuro gobierno.
Dijo que algunas de las medidas amenazaban con convertir a Israel en una “democracia de nombre, pero no de esencia”.
“La politización de la aplicación de la ley asestará un duro golpe a los principios más fundamentales del estado de derecho, es decir, la igualdad, la ausencia de arbitrariedad y la imparcialidad”, dijo Baharav-Miara.
Netanyahu también está haciendo malabares con las demandas del gabinete desde dentro de su propio Likud, con mucho el partido más grande en el parlamento. El periódico israelí Maariv dijo que seguía siendo un gran desafío pendiente a medida que se acercaba la fecha límite.
“Hay más demandas de carteras importantes que trabajos disponibles”, dijo el periódico en un comentario el miércoles.