Así como las gaitas, las hallacas, la ensalada y las reuniones entre amigos y familiares, el pan de jamón se ha convertido en una tradición decembrina y no puede faltar en la mesa de los venezolanos para completar la deliciosa cena navideña.
Por Steffany Carvajal y Juan Peraza / lapatilla.com
Revisando un poco la historia del pan de jamón, se dice que se inventó en 1905 en la panadería Ramella, ubicada en Caracas. Originalmente era solo un pan relleno de jamón que se cocinaba en vino, clavos, piña, canela y panela.
Y como en La Patilla sabemos lo bueno que son los panes de jamón, nos fuimos a una de las panaderías más icónicas de Caracas, la cual ha generado popularidad por ser una de las más conocidas en estas fechas, al ofrecer exquisitos panes.
La panadería Cueva de Iría se fundó en 1967, el señor Alvaro Campolargo es de la segunda generación familiar y por ende mantiene la misma fórmula, concepto y base desde los inicios del negocio. Además, la constancia y el buen equipo de trabajo es lo que deja como resultado seguir posicionados a través del tiempo.
Hace muchos años, se volvieron famosos por los cachitos de jamón, lo que dio paso a que fueran probando el pan de jamón y en la actualidad se destacan al preparar 12 tipos, entre ellos están: pan con fibra, hojaldre y vegetariano, por sólo mencionar algunos.
Los precios del Pan de Jamón van entre 15 dólares y los panes especiales pueden llegar a costar 20 dólares.
Aunque cada panadería tiene su esencia, en cuanto al pan de jamón se refiere, en Cueva de Iría se destaca el hornearlos en un solo horno y con miel, pero lo que lo define no es una persona como tal sino un equipo de trabajo, desde la persona que está limpiado hasta la que está despachando.
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