Al menos un centenar de personas que han participado en las protestas de los últimos meses en Irán se arriesgan a ser ejecutadas o recibir acusaciones o sentencias de pena de muerte, alertó hoy la ONG Iran Human Rights (IHRNGO), con sede en Oslo.
La cifra, de la que una decena ya ha sido sentenciada a muerte, es un “mínimo” y se cree que el número real es “mucho más alto”, debido a la presión de las autoridades sobre las familias, según IHRNGO.
Esta organización asegura que todos los imputados en estos casos no han tenido acceso a un abogado ni a juicios justos y han sufrido torturas para forzar confesiones.
El número de personas muertas en las protestas asciende a 476, de las que 34 son mujeres y 64 son niños, según el recuento de IHRNGO, que asegura haber recibido “un gran volumen” de informes de más fallecidos que sigue investigando “bajo consideraciones de seguridad e interrupciones en la red de internet”.
“A pesar de que han pasado más de cien días desde el comienzo de las protestas a nivel nacional, cientos de muertos, miles de detenidos y ejecuciones de personas, continúa la revuelta por un cambio real y por derechos fundamentales”, señaló en un comunicado el director de esta organización, Mahmood Amiry Moghaddam.
Moghaddam resaltó que un aumento de la participación popular en el país y el apoyo de la comunidad internacional ayudaría a “rebajar” el coste de las protestas.
Las revueltas comenzaron por la muerte de una joven kurda de 22 años tras ser detenida por la Policía de la moral por no llevar bien colocado el velo, pero han evolucionado y ahora los manifestantes piden el fin de la República Islámica fundada por el ayatolá Ruholá Jomeiní en 1979.
Nacida en 2005 y registrada en Noruega desde 2009, Iran Human Rights (IHRNGO) asegura estar formada por personas de dentro y fuera de Irán y cuenta con miembros en Estados Unidos, Canadá, Japón y varios países europeos.
EFE