La fiscalía surcoreana imputó hoy al exministro de Defensa, Suh Wook, y al exjefe de inteligencia, Park Jie-won, de encubrimiento en el caso de un funcionario del Ministerio de Pesca que fue ejecutado por soldados norcoreanos cuando apareció a la deriva frente las costas del país vecino en 2020.
El ministerio fiscal acusa a ambos de participar en la supuesta elaboración de una teoría sobre el deseo del mencionado funcionario de desertar a Corea del Norte y de ordenar a personal subordinado la eliminación de informes que desestimaban dicha tesis.
El anterior Gobierno liberal surcoreano afirmó públicamente tras el suceso que el funcionario murió mientras trataba de huir a Corea del Norte, pero el ejército y la Guardia Costera determinaron el pasado verano que no existían pruebas para confirmar ese extremo.
A Suh se le imputa además el haber encargado a personal de su Ministerio la elaboración de un informe que apoyaba la idea de que el funcionario, Lee Dae-jun, estaba deseando huir del país.
Según una auditoría reciente, 60 informes de la inteligencia militar y 46 reportes del Servicio Nacional de Inteligencia (NIS) fueron borrados por orden de la Oficina de Seguridad Nacional, cuyo principal responsable entonces, Suh Hoon, se encuentra detenido y acusado de los mismos cargos a cuenta de este caso.
El 21 de septiembre de 2020, Lee Dae-jun desapareció del barco en el que se encontraba trabajando en el Mar Amarillo y, tras aparecer horas después a la deriva frente a las costas norcoreanas, fue brutalmente ametrallado en el agua y su cadáver incinerado a manos de las tropas del régimen de Kim Jong-un.
Los soldados norcoreanos aparentemente optaron por ejecutar al funcionario en línea con los extremos protocolos de cuarentena impuestos por el régimen tras el estallido de la pandemia.
Por su parte, la familia de Lee ha asegurado que el entonces gobernante Partido Democrático (PD) les ofreció dinero para apoyar la versión de la deserción.
EFE