Los hospitales suizos se encuentran bajo tensión y algunos están literalmente sumergidos de pacientes debido a la triple epidemia de gripe, covid y bronquiolitis en circunstancias en que los efectivos sanitarios se encuentran a mínimos debido a las fiestas de fin de año.
Esta situación ha puesto en evidencia dificultades estructurales del sistema sanitario, que consideraba que había superado con éxito la crisis que supuso la fase aguda de la pandemia de covid-19, según los especialistas.
Actualmente, los pacientes de covid-19 ocupan el 4,6 % de las camas en las unidades de cuidados intensivos, que presentan una tasa de ocupación del 76,4 %.
El número de nuevos contagios se ha disparado desde mediados de diciembre, con cerca de 13.000 casos notificados a la Oficina Federal de Salud Pública en los últimos nueve días, así como 25 decesos y 390 hospitalizaciones.
En cuanto a los casos, se sabe que la cifra real es mayor, ya que muchos no son registrados porque no pasan por el sistema sanitario y no hay un test positivo de por medio.
Suiza, como otros países europeos, también está registrando una ola de casos de bronquiolitis, que afecta particularmente a los niños.
Mientras tanto, la gripe está siendo particularmente virulenta este invierno, tras el abandono de las medidas de protección -en particular el uso de mascarilla- que habían imperado desde el estallido de la pandemia y que también protegían contra otros virus causantes de enfermedades respiratorias.
Otra situación coyuntural que preocupa a los responsables del sistema sanitario es la llegada a los servicios de urgencias de los heridos por accidentes de esquí, particularmente en los cantones alpinos.
“La situación ya es crítica y estamos en alerta”, ha señalado el director del Hospital Cantonal de Valais, Eric Bonvin.
EFE