Las mejores raquetas venezolanas se dan cita en el torneo Águila Negra desarrollado entre el 3 y 8 de enero en el Club Izcaragua, ubicado Guarenas, estado Miranda. Figuras como Ricardo Rodríguez, David Souto, Román Recarte, Francisco Sinopoli, y la presencia del coreano Woobin Shin, entre otros, buscan restablecer el nivel de competencia del tenis nacional y desarrollar a futuras generaciones tras la ausencia de promotores del deporte en los últimos años.
Aunado a ello, el torneo también servirá de antesala para el regreso de la Copa Davis en Venezuela, competición que estuvo ausente por más 6 años y revivir el furor del público venezolano por una disciplina que busca crecer aún más.
Por: Luis Eduardo Martínez | lapatilla.com
En una rueda de prensa celebrada en Caracas este 6 de enero, el organizador de Águila Negra, Ignacio Castillo Cottin hizo énfasis que la idea del torneo es que sirva de motivación a futuras promesas al compartir con tenistas de renombre.
“Creo que ese es el objetivo principal, inspirar a las nuevas generaciones, fomentar el tenis competitivo venezolano y hacer comunidad entre los profesionales (…) la idea siempre es concentrar a las mejores raquetas de Venezuela en un formato que puedan jugar varias veces entre ellos, los ocho mejores jugadores, las ocho mejores parejas y que se cree esa comunidad tenística que se acerque un poco más al tenis venezolano”, relató.
También, el atractivo de tener a baluartes de la disciplina en el país ha hecho que desde el primer día la receptividad haya superado expectativas con gran afluencia de aficionados.
“La asistencia te dice que se está reactivando el tenis, que hay un interés genuino a ver buen tenis y ver a los tenistas que uno sigue. Es un efecto multiplicador. Ese tipo de iniciativa forma parte de un ecosistema. El Águila Negra forma parte de mucha gente tratando de impulsar el tenis venezolano y el deporte venezolano. Al final, es competencia y es bueno que jugadores de la categoría de ellos tengan un escenario digno”.
En ese sentido rescató que se debe construir un sistema para que se deje de menospreciar al tenista venezolano y hacer una mejor vitrina para los jugadores de alta competencia.
“Lo que le falta es bulla, un buen escenario, una buena cancha, una buena iluminación, unas buenas pelotas, recogepelotas, o sea, es crear ese sistema que los jugadores merecen y que también el público pueda apreciar más”, expresó.
Sobre el sistema de competición, el torneo tuvo una ronda clasificatoria en Barquisimeto, que permitió acercar el Águila Negra a atletas de otras regiones. Una vez superada esa etapa y con cuatro tenistas clasificados, se realizó otra ronda clasificatoria en diciembre en el Club Izcaragua, hasta llegar a la actual ronda final en donde se elegirá al campeón.
Ricardo Rodríguez, raqueta número 1 de Venezuela, se sintió complacido de que este torneo sirva como el renacer del tenis nacional.
“Sin duda, este es un año especial para el tenis venezolano. El hecho de que nosotros no hayamos tenido torneos internacionales o que no pudimos tener la posibilidad de seguir albergando torneos internacionales aquí en Venezuela, mermó mucho el desarrollo de esta disciplina en el país. La iniciativa de este Torneo de Águila Negra en principio fue eso, devolver otra vez el tenis de calidad al país, que había estado parado durante muchos años, como anteriormente se dijo, ya rozando la injusticia, porque si te fijas, se jugaba la fecha FIFA, se hacían un montón de eventos internacionales donde a veces no era justificable por qué nosotros no estábamos jugando. Entonces, el hecho de que nosotros este año volvamos a poder tener tenis internacional, colabora mucho con el desarrollo de este deporte y de las generaciones posteriores a nosotros”.
Para un jugador tan experimentado como Ricardo, con el récord de más triunfos en individuales de Copa Davis, es importante que los más jóvenes tengan una mayor oportunidad de involucrarse con el tenis al presentar torneos internacionales en el país, algo que se pudo restablecer por iniciativas privadas y que probablemente marque un antes y un después para el deporte.
“La Copa Davis siempre ha sido referente del tenis venezolano, el evento que reúne a la mayor cantidad de gente en apoyo a un equipo, con justa razón, porque ya no juegas simplemente por tu apellido, sino que juegas por el nombre del país y para mí el hecho de que volvamos a tener Copa Davis es lo más importante”.
No obstante, fue crítico al mencionar que solo le prestan atención a los jugadores cuando compiten con el nombre de Venezuela en la espalda.
“En algún aspecto es un poco triste que Andrea [Gamiz] tuvo una temporada excelente y no se escucha tanto, no tuvo tanta repercusión la temporada que hizo Andrea en el tenis venezolano. Estoy seguro que mucha gente no sabe lo que hizo Andrea, no se imaginan lo que hizo. Entonces yo creo que la Copa Davis, iniciativas como la Águila Negra, como hubo en Puerto Cabello con el Drácula Open, son las que hacen que el tenis vuelva a estar en la boca de la gente y que poco a poco volvamos a recuperar terreno que se había perdido por los siete años de inactividad que tuvimos y por malas administraciones que hemos sufrido en el pasado”.
Por otro lado, David Souto, ex 207 del ranking ATP y fundador de la Academia TenniSapien, resaltó la labor que está llevando la fundación Tenis para ti que inició en el 2015 y desde entonces ha servido para acercar el deporte a jóvenes con escasos recursos.
“Durante el inicio fue muy complicado porque el tenis era casi como idealizar algo que parecía muy lejano y nos enfocamos más bien en cosas básicas como darle alimentación a esos niños, que muchos de ellos incluso sufrían de malnutrición, ayudarlos con cosas básicas. Pero poco a poco, gracias al esfuerzo de muchas personas, esa iniciativa se mantuvo, se fue desarrollando y en estos siete años que lleva la fundación ya son más de 500 chamos que han aprendido a jugar tenis”.
Contó que con el apoyo de iniciativas privadas, pudieron realizar un show en el que se escogieron a los mejores seis jugadores de la fundación y ahora entrenan tres veces por semana en las instalaciones del Club de Izcaragua.
“El Águila Negra les dio la oportunidad de poder participar como recogepelotas, que eso es algo que se había perdido también debido a la falta de eventos en el país y eso es algo que motiva a los chamos a soñar con algún día estar allí, a ver el tenis de máximo nivel. Y son pequeñas cositas que van sumando. Creo que nos encontramos ahora en un momento positivo otra vez para el tenis en Venezuela, se siguen desarrollando iniciativas, sigue gente sumándose y esperemos que la próxima generación de jugadores venezolanos tenga un panorama mucho más alentador”.
Sobre la academia, señaló que la misma surgió al ver la necesidad de varios jóvenes atletas de querer continuar desarrollándose y que perdieron la motivación al ver como por la situación del país muchos de los entrenadores y jugadores que tuvieron éxito en el pasado emigraron y como tal la iniciativa es formar a atletas en épocas puntuales del año, para que sirva de pretemporada a competiciones oficiales.
“En esta ocasión pudimos contar con la presencia de jugadores que vinieron de afuera. Yo estuve casi cuatro años en Asia y pudieron venir dos jugadores. Woobin Shin, otros chicos de Hong Kong que estuvieron trabajando conmigo y vinieron a hacer la pretemporada para acá. Iban a venir dos chicos colombianos que lamentablemente por temas no pudieron llegar. Vino un preparador físico de Argentina, entonces es parte de lo mismo volver a reactivar el tenis en Venezuela, dar la oportunidad de mostrar que capaz si un chamo que juega bien, que estuvo entre los 40 mejores jugadores del mundo en juvenil, que ya está dando sus primeros pasos en profesional con garantías puede creer en venir a Venezuela para prepararse es porque aquí también se hacen cosas buenas, entonces es despertar un poquito otra vez ese interés”.
Agregó que en cuanto a los jugadores locales también se les ha dado la oportunidad de entrenar juntos y compartir. “Contamos con la presencia de muchos de los jugadores que hacen vida en la preselección nacional. Esa oportunidad de poder juntarse todos, entrenar, estar uno al lado del otro, empujarse. Por ejemplo, tener a Brandon Pérez, que ya lleva varias eliminatorias en el equipo de Copa Davis, tiene 22 años, ya no es tan joven, pero entrenando con los juveniles de 15 o 16 años, empujándolos. Es un ciclo que nosotros queremos que crezca. Hoy es Brandon con el chamito de 16, el día de mañana será el de 16 con el que hoy tiene 12 y eso es un ciclo que hay que reactivar”.
Para el surcoreano Woobin Shin, quien se encuentra invitado por la academia para prepararse y a su vez para participar en el Águila Negra, comentó que ha visto un buen nivel en el torneo y la intensidad de entrenamiento en TenniSapien le ha ayudado bastante para desarrollarse física y mentalmente como atleta en estas cinco semanas que ha permanecido en el país.
Para todos los involucrados en esta competición precursora del renacer del tenis venezolano, la idea es que el torneo siga y que el evento se convierta en tradición en Venezuela, con la posibilidad de tratar de cada día reclutar a mejores jugadores, tener una mejor calidad y poder brindar el escenario que merecen los jugadores.
“Hay un montón de gente honesta, trabajadora y con ganas de sumar al tenis venezolano, que estamos dispuestos a hacer los sacrificios necesarios para que las generaciones posteriores a nosotros no vivan lo mismo que experimentamos con la ausencia de siete años del tenis venezolano y que poco a poco podamos ir contando con mejor administración, con mejor organización, con mejor planificación para que el tenis vuelva a retomar el puesto que se merece, el puesto que una vez tuvo dentro del deporte venezolano”, puntualizó Ricardo.